Después de perder ante Lituania y teniendo en cuenta que el partido de cuartos de final contra Italia era a vida o muerte, el equipo de Estados Unidos sabía que tenía que tomar el control de la situación
Y eso es precisamente lo que lograron en una victoria aplastante por 100-63, liderada por Mikal Bridges, quien anotó 24 puntos y tuvo que cambiar su forma de celebrar los triples después de recibir una falta técnica debido a su reacción.
Esa fue probablemente la anécdota más destacada de un partido en el que las cosas parecieron sencillas desde el principio para el equipo ganador, que también contó con 18 puntos de Tyrese Haliburton.
Italia tomó una ventaja de 8-7 después de una bandeja de Stefano Tonit al inicio del juego. Luego, Steve Kerr envió a su segunda unidad al campo y con un sprint de 13-3, Estados Unidos se puso al frente por nueve puntos (20-11). Simone Fontecchio respondió con un triple para mantener a Italia cerca (20-14), pero el primer cuarto concluyó con Estados Unidos liderando por 10 puntos (24-14).
Ese fue solo el comienzo de la avalancha. Con un marcador parcial de 17-4, Estados Unidos se puso al frente por 23 puntos (41-18), mientras Bridges ya tenía 11 puntos y lideraba un esfuerzo equilibrado tanto en defensa como en ataque.
Un mate en rebote ofensivo de Austin Reaves llevó la puntuación a 46-22, lo que hizo que la multitud en el Mall of Asia Arena estallara de emoción. El marcador al medio tiempo fue de 46-24 y el partido ya estaba prácticamente definido.
Italia no estuvo a la altura del desafío y Estados Unidos llegó a liderar por 39 puntos (78-39) después de un triple de Bobby Portis. El tercer cuarto concluyó con Italia rezagada 83-44 después de una clavada de Paolo Banchero.
La máxima ventaja fue de 41 puntos (92-53), y Fontecchio, con un total de 18 puntos, fue el máximo anotador de Italia.
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