Grandísima victoria azulgrana por 84 a 58 ante un Zenit que, exceptuando el primer cuarto, se vio totalmente superado por el vendaval culé. Con este triunfo los de Saras siguen invictos en la competición (5-0) y demuestran que han cogido velocidad de crucero. Las nuevas incorporaciones de este año se siguen acoplando poco a poco y el nivel exhibido esta noche y a estas alturas de temporada, seguro dejó muy contento al aficionado congregado en el día de hoy. Sin duda vimos una de sus mejores versiones
Antes del inicio del partido, el Palau ovacionó a los jugadores y staff técnico que conquistó la Euroliga de 2.010 en Paris. Mención especial para el italiano Gianluca Basile y para el muy querido, Pete Mickeal, uno de los mejores extranjeros de la historia de la sección culé. Momento muy emotivo el vivido en un Palau Blaugrana prácticamente lleno
El arranque de encuentro fue visitante. El conjunto ruso, con una defensa asfixiante maniataba a un desacertado Sertac Sanli, que volvía a la disciplina blaugrana tras estar apartado del equipo por lesión. Al turco se le notaba la inactividad (0 de 3 en lanzamientos de campo).
Un triple de Nikola Mirotic colocaba las tablas en el marcador (9-9 minuto 5), sin embargo, la iniciativa seguía siendo del Zenit, que con cinco puntos consecutivos se distanciaba en el marcador. Jasikevicius se veía obligado a pedir tiempo muerto, para arengar a los suyos.
La llamada de atención surgió efecto. Eso y la entrada de Kyle Kuric en el encuentro igualó las fuerzas. Un triple del alero y dos puntos de Mirotic (ya con siete en su haber), volvió la igualada en el marcador (14-14 minuto 8). Nikola acabaría este primer acto con diez puntos y dieciséis de valoración.
Un mate en los últimos segundos de un entonado Kuric colocaba el 20 a 19, con el que acabaría este primer periodo. Si el Barça quería llevarse el partido, iba a tener que mostrar una de sus mejores versiones, porque Zenit no lo iba a poner nada fácil. Es una delicia ver lo bien trabajados que están los equipos dirigidos por Xavi Pascual.
El segundo periodo comenzó con un Barça más entonado. Un triple de Lapprovittola daba la máxima ventaja a los locales (27-21 minuto 12). El argentino, con confianza, parece haberse ganado la estima del aficionado culé y éste lo está devolviendo con muy buenas actuaciones. En estos instantes, el equipo ruso pareció estar fuera del partido y otro triple de Lapro colocó la ventaja por encima de los diez puntos (32-21 minuto 14).
Los de Xavi Pascual, bloqueados totalmente, únicamente habían anotado dos puntos en cinco minutos de partido. Ante este panorama, el de Gavá, muy enfadado, paró un partido que estaba totalmente roto (42-23 minuto 17).
El tiempo muerto sirvió al menos para que la sangría no fuera a mayores, pero la diferencia al descanso lo decía todo, 44 a 27 para los blaugranas con una gran defensa que sólo había permitido a los de San Petersburgo anotar ocho puntos, en este segundo acto.
La vuelta tras el descanso no cambió el guion del partido. Un parcial de salida de ocho a cero con dos triples consecutivos de Mirotic (20 puntos y 28 de valoración al acabar el encuentro), minaban la moral del conjunto ruso, que veía como el Barça le doblaba prácticamente en el marcador (52-27 minuto 22).
Saras viendo la renta obtenida, comenzó a rotar jugadores. Calathes, Mirotic, Davies y Higgins tuvieron su merecido descanso. El Barça estaba administrando perfectamente la ventaja obtenida y terminaba el tercer periodo con 25 puntos de ventaja (66-41) y el partido totalmente sentenciado.
El último cuarto no tuvo historia. El conjunto ruso intentó sin éxito maquillar el partido y el Barça dejó que los minutos fueran pasando hasta acabar el partido. Los azulgranas, con los deberes hechos, contemporizaron el partido y Saras aprovechó para dar minutos a hombres como Sanli o Sergi Martínez, jugadores que por una razón u otra han jugado menos que el resto de la plantilla.
El partido acabó con un Zenit totalmente abatido y un Palau rendido a los suyos. El resultado final de 84 a 58 lo dice todo.
foto: euroleague media
Redactor · Opinión · NBA · Liga Femenina
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