La Laguna Tenerife sufrió más de lo previsto para imponerse a un combativo Covirán Granada, que resistió hasta los minutos finales en un intenso duelo disputado
Ambos equipos llegaban con una sola victoria en su haber, aunque Tenerife aún tiene pendiente su partido de la segunda jornada contra Río Breogán. Antes del inicio, se rindió homenaje a Lluís Costa, quien junto a David Kramer y Edgar Vicedo, se enfrentaban a su exequipo.
El choque comenzó con Fran Guerra cometiendo una infracción en el salto inicial, otorgando la primera posesión a Covirán Granada, que arrancó con energía. Gian Clavell inauguró el marcador con un triple y, junto a la solidez defensiva de Amine Noua, los locales tomaron ventaja en los primeros minutos. Clavell, con siete puntos en los primeros cinco minutos, lideró a los suyos.
No obstante, La Laguna Tenerife fue encontrando su ritmo. Con penetraciones incisivas y un mejor control del rebote defensivo tras la entrada de Giorgi Shermadini, lograron equilibrar el marcador. El primer cuarto terminó con empate a 16, gracias a un “dos más uno” de Jacob Wiley para Covirán.
En el segundo cuarto, Guerra falló una canasta bajo el aro, lo que permitió a Covirán seguir manteniendo la ventaja con Wiley dominando la pintura. Un espectacular mate de David Kramer empató el duelo a 22 puntos.
La igualdad se mantuvo hasta que Tenerife, impulsado por un acierto de Kramer y una racha de cuatro puntos seguidos de Ilimane Diop, abrió una pequeña brecha, llegando a estar diez puntos arriba a poco más de dos minutos para el descanso. Sin embargo, la insistencia de Granada permitió reducir la diferencia a solo cinco puntos, cerrando el primer tiempo con un 31-36 favorable a los tinerfeños.
Covirán Granada comenzó el tercer cuarto con fuerza, reduciendo rápidamente la desventaja gracias a Wiley. Sin embargo, un polémico fallo arbitral, con una técnica dudosa a Clavell, enfrió el impulso de los locales. Aunque Doornekamp no aprovechó del todo los tiros libres, Tenerife mantuvo su ventaja, resistiendo a base de tiros desde la línea.
Con el empuje del público, Granada logró darle la vuelta al marcador tras un triple de Elias Valtonen que puso el 45-42 y desató la euforia en el pabellón. Sin embargo, varios errores en canastas claras y nuevas decisiones controvertidas de los árbitros favorecieron que Tenerife retomara el control, cerrando el tercer cuarto con una ventaja de dos puntos (51-53).
En el último cuarto, La Laguna Tenerife aceleró el ritmo. Un espectacular alley-oop entre Marcelinho Huertas y Fran Guerra, seguido de otro mate, amplió la diferencia a doce puntos, obligando a Pablo Pin a detener el partido con un tiempo muerto. A partir de ahí, los triples de los tinerfeños fueron inalcanzables para un Covirán que solo sumaba de dos en dos.
Finalmente, La Laguna Tenerife se llevó la victoria por 75-86, en un encuentro donde Covirán Granada luchó hasta el último cuarto, pero no pudo contener el empuje final de los visitantes.
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