La mejor versión de Ricky Rubio está de vuelta. El base del Masnou ha tenido un rendimiento más que cuestionable durante los primeros meses. Sin embargo, después de la tempestad siempre sale el sol. Y es que des del inicio de 2017 el base estrella de los Wolves está rindiendo como nunca, sobre todo en la anotación. Gentileza de fullbasket.es
Hay un dato especialmente revelador sobre este aspecto. Hasta el 6 de enero Ricky había jugado 31 partidos, en los que sólo había anotado 10 puntos en nueve ocasiones. Desde entonces ha jugado 25 partidos, en los que ha alcanzado los dobles dígitos en anotación en 18 de ellos, incluyendo dos actuaciones de 21 y 22 puntos.
Mejoría en el tiro
Sin ningún tipo de duda, el aspecto en el que más ha mejorado Ricky Rubio durante los últimos meses, es su tiro. Sus porcentajes han mejorado notablemente, y si bien siguen sin ser ninguna maravilla, sí han ayudado a mejorar el rendimiento del equipo.
Donde más se ha notado la mejoría de Ricky es en los lanzamientos tras bote. De hacer este tipo de tiros el 27.6% de las veces ha pasado a hacerlo el 44.9%. Asimismo, sus porcentajes de acierto han pasado de un 37.3% a un 44.6%.
Por último, también es reseñable el aumento en los porcentajes de acierto en los tiros más cercanos al aro. Durante los primeros meses el porcentaje de acierto de Ricky en los lanzamientos hechos a 5 pies (1.5 metros) o menos del aro eran de 46.2%. En los últimos meses, des del 7 de enero, el dato es de un 54%.
Más balón, más asistencias
Otro aspecto en el que Ricky Rubio ha mejorado notablemente sus números son las asistencias, algo en lo que lleva brillando desde que llegó a la liga. Hasta el 7 de enero Ricky estaba promediando 7.2 asistencias por noche. Desde entonces la cifra ha es de 10.5 por partido.
La principal causa de esta gran subida es que Ricky está teniendo el balón más tiempo en sus manos, por lo que está tomando un rol más protagonista en ataque. Tom Thibodeau le ha dado más libertad y confianza (aunque también es cierto que ha intentado traspasarlo) y eso ha sido decisivo para recuperar su mejor versión. Aquí están todos sus números:
El mayor protagonismo de Ricky Rubio coincide con dos hechos muy importantes. El primero es la lesión de gravedad de Zach Lavine, que lleva fuera desde principios de febrero. El segundo es el hecho de que Wiggins está teniendo menos tiempo el balón sin sacrificar su anotación.
Hasta el 7 de enero sólo el 41.7% de los tiros de campo anotados por el alero canadiense eran asistidos, mientras que el 58.9% se producían tras una acción individual. Desde entonces, los datos son de 49.8% y 50.2% respectivamente.
La conexión con Towns
El buen momento de Ricky Rubio está coincidiendo también con una gran racha de Karl-Anthony Towns, que desde inicios de 2017 está promediando unos números espectaculares. Estas son sus estadísticas:
Los porcentajes de Towns en los últimos meses se han disparado, y son mejores con Ricky en pista que sin él. Con el base del Masnou en cancha los porcentajes del dominicano son de 59.8% (y 44.2% des del triple). Sin él, son de 58.2% y 36.4%.
Otro dato relevante es el efecto que ambos tienen en el resto del equipo cuando están juntos en el parqué, que ha mejorado notablemente. En los primeros meses el equipo tenía un diferencial de -4.4 puntos por 100 posesiones con Towns y Rubio juntos en la cancha. Desde el mencionado 7 de enero el equipo tiene un diferencial de +3.2 con ambos en pista.
¿Playoffs a la vista?
Tras todo lo dicho, la gran pregunta es si la mejora de Ricky y Towns será suficiente para que los Timberwolves vuelvan a pisar los Playoffs 13 años después. A día de hoy su récord es de 25-37, y están a cuatro victorias de los Denver Nuggets, que son el octavo clasificado del Oeste. Eso sí, la competencia es feroz, ya que Blazers y Mavericks, con 26 victorias, y Kings y Pelicans, con 25, también tienen las mismas opciones que la franquicia de Minnesota. La sensación es que el mal inicio, 9-23 hasta el 7 de enero, podría ser un lastre demasiado pesado.
La cuestión es que ahora mismo los Wolves están obligados a empezar a competir. A día de hoy ya cuentan con una gran base de jugadores jóvenes, probablemente la mejor de toda la NBA, y ha llegado el momento de desarrollarlos y ganar importancia en la liga. La gran duda, sobre todo viendo que a Tom Thibodeau no le faltan ganas de traspasar a Ricky Rubio, es si el base del Masnou estará en Minnesota para verlo.
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