Los Boston Celtics desplegaron todo su arsenal en una noche que reafirmó su condición de campeones defensores de la NBA al vencer categóricamente a unos mermados Washington Wizards por un marcador de 124-90. En esta actuación colectiva, destacaron figuras como Luke Kornet, quien aprovechó su lugar en el quinteto titular para registrar un doble-doble con 13 puntos y 14 rebotes, y Derrick White, que brilló con 19 puntos, incluyendo cinco triples que contribuyeron al festín desde la línea de tres
La noche comenzó con dominio absoluto por parte de los Celtics, quienes anotaron los primeros ocho puntos y marcaron un ritmo que los Wizards nunca pudieron igualar. Para el final del primer cuarto, Boston lideraba por 16 puntos, y esa ventaja continuó ampliándose a medida que los campeones defendían cada posesión y dominaban los tableros. Al descanso, los Celtics ya habían establecido una ventaja de 21 puntos y acumulaban un total de 15 triples, mostrando una precisión devastadora que desdibujó cualquier intento de reacción por parte de Washington.
Luke Kornet, quien ocupó el lugar de Kristaps Porzingis en el quinteto inicial, jugó con intensidad hasta el último cuarto, mientras el resto de los titulares disfrutaban de un merecido descanso. Esto permitió al banquillo de Boston brillar, anotando un total de 53 puntos, liderados por un Payton Pritchard inspirado con 20 puntos. Fue una demostración de profundidad en el roster que subraya por qué los Celtics son una fuerza dominante en la liga.
Los Wizards, con seis jugadores inactivos y descansando a cuatro titulares, se encontraron luchando no solo contra un equipo superior, sino contra su propia condición de equipo en reconstrucción. Justin Champagnie y Alex Sarr intentaron levantar al equipo con actuaciones individuales destacables, pero fue claro que los recursos eran insuficientes frente al poderío de los Celtics.
La velada también tuvo momentos curiosos, como el emotivo recibimiento al ex-Celtic Marcus Smart, quien provocó una ovación monumental al aparecer en la pantalla durante los calentamientos. Aunque no jugó, su intercambio verbal con un aficionado detrás del banquillo de los Wizards añadió un poco de drama en un partido donde la superioridad de Boston era evidente.
Además, el juego dejó huella en los libros de récords: Sam Hauser anotó un triple que marcó el número 31,580 de la temporada en la NBA, superando el récord previo, mientras que los Celtics lograron el intento de triple número 3,722, rompiendo otro récord de la liga establecido por Houston en la temporada 2018-19.
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