Los Indiana Pacers demostraron su temple en una noche de altibajos al vencer a los Denver Nuggets por 125-120. A pesar de las bajas de Pascal Siakam y un apagado Tyrese Haliburton, Indiana logró imponerse ante un Denver liderado por un estelar Nikola Jokic, quien acumuló una histórica actuación de 41 puntos, 15 rebotes y 13 asistencias. El partido, lleno de tensión, se convirtió en una prueba de resistencia para ambos equipos
Los Pacers comenzaron el encuentro tambaleándose, llegando a estar 13 puntos abajo en la primera mitad, pero poco a poco recuperaron terreno. Myles Turner fue la roca del equipo, anotando 24 puntos y liderando la remontada con su fuerza en la pintura. Obi Toppin, aprovechando su segundo inicio de temporada, brilló con 22 puntos y mostró que puede ser un recurso valioso en momentos difíciles.
La lucha se intensificó en el tercer cuarto cuando Haliburton, hasta entonces silenciado, emergió con un triple crucial para igualar el marcador a 84. Su flotadora posterior dio a los Pacers una ventaja de 98-97, que marcó el inicio de una recta final electrizante. Los Pacers demostraron profundidad y resiliencia, enviando un mensaje claro de que pueden competir incluso en condiciones adversas.
Los Nuggets, por otro lado, sufrieron una dolorosa cuarta derrota consecutiva. Aunque Jokic estuvo imperial y Christian Braun registró un récord personal con 30 puntos, las pérdidas de balón en los últimos minutos marcaron su destino. Una confusa entrega entre Jokic y Braun en los segundos finales fue el clímax de una serie de errores que condenaron a Denver, sumando su tercera pérdida en los últimos dos minutos y la sexta en el cuarto periodo.
La ausencia de Jamal Murray se siente con fuerza, y su regreso para los playoffs sigue siendo incierto. Denver, que hace semanas estaba en el segundo lugar de la Conferencia Oeste, ahora enfrenta el riesgo de un partido de play-in para asegurar su lugar en la postemporada. La caída es alarmante, y el entrenador Michael Malone tendrá que reorganizar al equipo rápidamente para evitar mayores complicaciones.
Por el lado de los Pacers, esta victoria representa más que un resultado: es una declaración de fuerza y capacidad colectiva. Sin Siakam, Indiana mostró que tiene las piezas necesarias para enfrentar desafíos, consolidándose en el cuarto lugar de la Conferencia Este.
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