Los Rockets han demostrado sus credenciales de equipo aspirante a todo, y se han permitido el lujazo de empezar la temporada a lo grande, venciendo a los Warriors en su casa. Golden State dominó casi todo el partido, pero la lesión de Draymond Green en el último cuarto, fundió los plomos de los Warriors y lo pagaron con la derrota
Y eso que Kevin Durant anotó la canasta final, pero una décima de segundo después del bocinazo final y no subió al marcador. Un trago muy amargo para unos Warriors estuvieron por delante a lo largo y ancho del encuentro.
Al inicio del último cuarto la ventaja local era de 13 puntos, pero el signo del partido cambió radicalmente con la lesión de Green. Warriors dudo y los Rockets lo aprovecharon para endosar un parcial de 34-20, curiosamente con Paul en el banquillo.
El lesionado Green terminó con 9 puntos, 11 rebotes y 13 asistencias, Durant anotó 20 puntos, Curry 22 puntos y Young aportó 23 puntos con un inicio de partido increíble, con 6/7 en triples.
En los Rockets el mejor fue James Harden, con 27 puntos y 10 asistencias, dejando poco protagonismo a un Chris Paul, que debutó con 4 puntos, 8 rebotes, 11 asistencias, tendrán que aprender a convivir juntos. Gordon, con 24 tantos y PJ Tucker, con 20, aportaron muchos puntos desde el banquillo.
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