Año tras año, temporada tras temporada el Monbus Obradoiro intentará lograr su particular título, la permanencia, y así disputará su 12º temporada consecutiva en la acb, con la expectativa de seguir compitiendo entre los mejores
Como todos los veranos el Monbus Obradoiro ha tenido que reinventarse. Muchas caras nuevas, seis, medio equipo, han dejado una sensación de satisfacción al aficionado compostelano, con fichajes de nivel EuroLeague y con renovaciones muy trabajadas, de jugadores importantes la temporada pasada.
Así y todo no hay que olvidar que en Santiago dejarán de disfrutar del juego de su máximo anotador las dos últimas temporadas, Kassius Robertson, y el más valorado Laurynas Birutis, pero es la vida de este equipo, reinventarse. Analicemos la nueva plantilla, la del Monbus Obradoiro 22/23.
Leo Westermann, es un notable base de 1.98 y 30 años. Tras diez temporadas en la EuroLeague el galo aterriza en el Sar, y la ilusión es máxima. Un base con mucha envergadura, inteligente, sobrio, gran capacidad en el pase, y que seguramente será una extensión de su entrenador en la cancha. Viene de jugar minutos y responsabilidad en una de las sorpresas de la EuroLeague la temporada pasada, el AS Mónaco, donde aportó 4.8 puntos y 2.5 asistencias en la máxima competición continental, y vuelve a la acb tras su paso por el Barcelona hace unas temporadas.
Para Fernando Zurbriggen, 1.85, 24 años, será un año importante, el segundo en el Monbus Obradoiro, el segundo en la acb, y donde se espera que con una temporada de experiencia el base coja más galones. Es una posición en la cancha de mucha responsabilidad, el argentino tiene que seguir creciendo, seguir aportando su desparpajo e intensidad, mejorando la obligado de no desconectarse del juego, o de mantener el equilibrio en sus acciones. El año pasado aportó 4.8 puntos y 2.4 asistencias.
Marcus Paige, escolta de 1.83 y 29 años, viene para ser una constante amenaza ofensiva. Capaz de jugar con solvencia también en el puesto de base es un gran generador exterior gracias a su capacidad anotadora y a su visión para asistir. Puede convertirse en un ídolo de la afición. Adquirió un buen caché europeo tras sus tres temporadas en el Partizan, y la campaña pasada aportó unas medias de 9.9 puntos y 3.4 asistencias en el Orléans francés.
Philip Scrubb, 1.92 y 29 años, fue toda una bendición para el Obradoiro cuando fichó en el tramo final de la temporada y fue una pieza clave para obtener la tan trabajada permanencia. Su llegada fue vital. Puede subir el balón si así se le requiere, y es siempre una constante amenaza en ataque con sus lanzamientos exteriores y penetraciones. Antes, la campaña pasada, jugó con el Avtodor Saratov, donde promedió 11.9 puntos y 4.2 asistencias, y después en Santiago, 10.4 puntos y 2.3 rebotes, rindiendo desde el minuto uno que pisó la pista.
Thomas Scrubb, alero de 1.99 y 30 años, fue vital, fundamental, la bisagra del equipo. Aportó 12.0 puntos y 5.1 rebotes, pero el canadiense ofreció mucho más, intangibles que le convirtieron en ese tres que todo equipo desea. Una de las ilusiones que ofrece este nuevo proyecto del Monbus Obradoiro es haber logrado renovar a los hermanos Scrubb, lograr mantener jugadores que el año pasado fueron importantes, y que este año están llamados a seguir siéndolo.
Pero si importante fue mantener a los Scrubb no menos importante es el hecho de seguir contando con jugadores que están perfectamente integrados al equipo, y de los cuales Moncho es consciente de lo que puedan dar al juego, me refiero a los Muñoz, Suárez y Vicedo.
Álvaro Muñoz, alero de 1.97 y 31 años, encadenará con esta temporada su cuarta en el equipo, el jugador más veterano en el actual equipo. Se lo ha ganado con su saber estar no siempre fácil de el jugador suplente, de no escatimar en esfuerzo, y a veces aportando su acierto en el tiro. La campaña pasada aportó 3.1 puntos y 1.2 rebotes.
Edgar Vicedo, 2.03 y 28 años, se ha ganado cada minuto que le han dado desde que firmó un contrato temporal el pasado diciembre con el Obradoiro. Primero por meses, luego hasta final de campaña y ahora la renovación para seguir sumando en la rotación, tanto como de tres como de falso cuatro, promediando 3.4 puntos y 2.1 rebotes. Antes de con los gallegos jugó la pasada campaña con el Unicaja Málaga, 1.0 punto por partido, y con el Fuenlabrada, 3.0 puntos y 1.7 rebotes.
David Walker, 1.98 y 28 años, ampliará su experiencia en la acb, donde ha jugado hasta la fecha en cinco de sus seis temporadas como profesional. Fue un fijo del Morabanc Andorra durante cuatro años, y la campaña pasada estuvo en el Bilbao Basket, con unos promedios de 4.6 puntos y 1.4 rebotes. Antes estuvo en el Riesen Ludwigsburg alemán, con 3.4 puntos y 1.2 rebotes. Aportará físico, defensa y rachas de tiro.
Dragan Bender, 2.12 y 24 años, es. con Leo Westermann, el otro pelotazo en el mercado del Monbus Obradoiro. Todo ello sopesado a confirmar la total recuperación de la lesión que sufrió el jugador en su rodilla, se rompió el ligamento cruzado, y que no le ha permitido jugar la temporada pasada. La anterior, en su vuelta a Europa tras cuatro campañas en la NBA, jugó con el Maccabi Tel Aviv, donde aportó 6.6 puntos y 3.8 rebotes en la EuroLeague. Dispone de un talento inmenso, no en vano fue escogido en el número 4 del Draft NBA en 2018. Es muy polivalente, tiene mucha movilidad, puede amenazar desde fuera y con espacios es muy vertical. Todos los ojos del mundo básquet posarán sobre él a lo largo de la temporada.
Álex Suárez, 2.06 y 28 años, afronta su tercera temporada en el Monbus Obradoiro, donde el ala-pívot ha crecido en juego y confianza. Talento natural lo tiene y con el paso del tiempo ha mostrado sus virtudes en la cancha que le colocaban en un status de posible estrella en la liga cuando era más joven, como su tiro exterior, su brega defensiva y su contundencia cerca del aro. La temporada pasada aportó 4.5 puntos y 3.0 rebotes de media, aunque los números no reflejan cuan importante puede llegar a ser.
Marek Blazevic, 2.09 y 20 años, tiene un potencial enorme y un margen de mejora muy latente. Tiene mucha movilidad, se mueve bien al poste, es buen finalizador y a pesar de su juventud viene de jugar con un rol destacado en la EuroLeague con el Zalgiris Kaunas, donde aportó 5.8 puntos y 2.6 rebotes en la primera competición europea. Veremos como encaja en una liga tan competitiva como la acb, históricamente viene a un sitio adecuado para que los pívots crezcan.
Rubén Guerrero, 2.13 y 26 años, es otro interior con busca de minutos y un rol superior en un equipo acostumbrado a relanzar jugadores que pisan la pintura. Ofrecerá su envergadura y ayuda en el rebote, para ampliar su labor ofensiva tendrá que trabajar su confianza. El año pasado en el Unicaja aportó 3.1 puntos y 3.5 rebotes en la acb.
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