Cierto que con el MVP del interior serbio es el tercer año consecutivo, tras los dos MVP de Antetokounmpo, que un europeo sin experiencia universitaria previa gana el mayor galardón individual del planeta. Un hito histórico ya que hasta este periodo solo Nowitzki lo había logrado en toda la extensa historia de la NBA
Dirk Nowitzki abrió la lata en la temporada 2006/07, cuando con 28 años el alemán promedió 24.6 puntos, 8.9 rebotes y 3.4 asistencias, liderando a unos Dallas Mavericks que por aquel entonces eran unos de los equipos más dominadores de la NBA, aunque eso sí, tuvieran que esperar hasta la 2010/11 para ganar el anillo.
El alemán hizo historia convirtiéndose en el primer europeo sin experiencia NCAA previa, en lograr el MVP. Toda una rareza en la NBA.
Antes de él solo dos extranjeros, jugadores no norteamericanos, lo habían logrado, Olajuwon, nigeriano, aunque luego se nacionalizó norteamericano, fue el primero, lográndolo en la temporada 93/94, y años después el base canadiense Steve Nash, que cabalgando sobre los lomos de los Phoenix Suns ganó los MVP de las temporadas 2004/05 y 2005/06, incluso estuvo cerca de ganar un tercero de forma consecutiva.
Tras Nowitzki tuvimos que esperar once años para ver otro europeo hacerse con el MVP, y además lo hizo por partida doble, cuando Giannis Antetokounmpo lideró a los Bucks en la temporada 2018/19 con 27.7 puntos, 12.5 rebotes y 5.9 asistencias, y en la 19/20 con 29.5 puntos, 13.6 rebotes y 5.6 asistencias.
Ahora el testigo lo ha recogido un Nikola Jokic que no deja indiferente a nadie, con su gran capacidad para crear juego desde el interior y sin la necesidad de un tremendo físico para dominar. El serbio lideró a los Denver Nuggets hasta la tercera posición del Oeste, con unas medias de 26,4 puntos, 10,8 rebotes y 8,3 asistencias por partido.
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