Cuando en el Draft del año 2.014, los Philadelphia 76ers seleccionaron en la tercera posición al pívot Joel Embiid comenzó el proceso (The Process), el camino a la conquista del anillo. Un campeonato que no logran los 76ers desde la temporada 82-83 con el Doctor J. al volante y con Moses Malone o Maurice Cheeks entre otros, en sus filas
Pues bien, este proceso parecía haberse quedado a medias, incompleto, agotado, cuando el pasado curso, fueron borrados en primera ronda de Playoffs ante Boston por un contundente cuatro a cero. Una gran decepción para la franquicia, puesto que el año anterior habían sido el único equipo capaz de forzar siete partidos, al que sería a posteriori el campeón, Toronto Raptors, en las eliminatorias al anillo. Seguro que todo el mundo recuerda lo cerca que estuvieron de eliminar a los canadienses y cómo no, el último lanzamiento que quedará para la historia de Kawhi Leonard, al límite del tiempo reglamentario.
Grandes fracasos, necesitan grandes cambios o soluciones, y los Sixers se pusieron manos a la obra, para construir un nuevo proyecto ganador. Comenzaron por los despachos y por el banquillo, ya que contrataron cómo presidente de operaciones a Daryl Morey, procedente de Houston Rockets y a un contrastado entrenador, Glen Doc Rivers qué, aunque recalaba tras una decepcionante campaña con Los Ángeles Clippers, ya sabe lo que es conseguir el anillo de campeón.
Campeonato logrado el año 2.008 con los Boston Celtics de Kevin Garnett, Paul Pierce, Ray Allen y compañía.
Doc Rivers, trabajando desde un segundo plano mediático, ya que los focos y titulares iban dirigidos en este principio de curso a Brooklyn Nets o Milwaukee Bucks, ha conseguido colocar a los Sixers cómo líderes de la Conferencia Este, con un balance de 24 victorias y 12 derrotas, antes del parón del All Star.
En la pista, el jugador franquicia, el camerunés Joel Embiid está demostrando partido tras partido, un nivel excelso de juego, nivel que le podría llevar este año a conseguir el MVP. A sus 26 años, parece asentado como líder, tirando del carro en los momentos que su equipo le necesita. Sus más de 23 puntos y 12 rebotes por partido son el mayor ejemplo.
El escudero de Embiid, no es otro que Ben Simmons. El base, al cual siempre se le mira con un cierto desprecio por sus problemas con el lanzamiento exterior, está realizando una formidable temporada. Sus estadísticas no dejan lugar a duda. Más de 13 puntos, casi 10 rebotes y 7 asistencias, son la carta de presentación en su tercera temporada en la liga.
Sí, no tendrá buen tiro lejano, pero con estos números a ver quién le discute.
El tercer espada de los de Doc Rivers, es el ala-pívot Tobias Harris. Jugador al que parecía pesarle el gran contrato que percibe en años anteriores (más de 34 millones de dólares este año), pero que ha sabido liberarse psicológicamente y está demostrando el buen jugador que es. Casi 20 puntos de media y 8 rebotes por partido lo dicen todo.
Si Ben Simmons adolece de lanzamiento exterior, los dos jugadores que configuran el quinteto inicial de los Sixers son afamados triplistas y adquisiciones de esta misma campaña. Jugadores que quizás no han sido respetados cómo debieran y que son básicos a la hora de formar un equipo. Danny Green aterriza en Philadelphia tras proclamarse campeón el pasado curso con los Lakers. A sus 33 años y siendo el cuarto jugador en la historia de la NBA junto a John Salley, Robert Horry o Lebron James que logra el anillo con tres franquicias diferentes, aporta con solvencia, su experiencia y anotación.
El otro jugador del que hablamos es Seth Curry. Un muy buen jugador de baloncesto, que tiene el hándicap de ser el hermano de Stephen Curry y por ello estar infravalorado inmerecidamente. Que le pregunten a los Dallas Mavericks este año sino lo están echando de menos en sus filas. Sus más de 15 puntos por partido son un activo que todo equipo que quiera aspirar al anillo debe tener.
Otra adquisición que está teniendo un gran rendimiento aportando desde el banquillo es el pívot, Dwight Howard. El otrora pívot All Star, con 35 años en su haber y ganador también del anillo la pasada temporada con los Lakers, Howard está aportando su experiencia e intimidación, algo de lo que adolecían los de Philadelphia.
El resto de la plantilla de los Sixers están cumpliendo a la perfección con su cometido. Los Shake Milton, Tony Bradley, Furkan Korkmaz, Mike Scott o Tyrese Maxey dan refresco a los Embiid y compañía y forman un roster profundo, dispuesto a todo.
¿Será este año en el que se concluya el proceso? Veremos…
Foto: NBC
Redactor · Opinión · NBA · Liga Femenina
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