Tras una liga regular apasionante, llegamos a los cuartos de final, antesala de una final four de Estambul que nadie quiere perderse. Unos playoff que prometen emociones fuertes, y que enfrentan al CSKA Moscú contra el Baskonia. Una dura prueba para los vascos, que se tendrán que enfrentar al vigente campeón y con factor cancha en contra si quiere volver a saborear de manera consecutiva una final four
La continuidad del proyecto del vigente campeón es clara. El CSKA ante el amparo de tener una gran plantilla que se conoce a la perfección, pocos cambios, la mayoría campeones en Berlín, y todo ello liderado por la dupla de estrellas De Colo y Teodosic. Los rusos terminaron segundos con su (22-8) cediendo el liderato al Real Madrid en las últimas jornadas.
El CSKA sabe muy bien a lo que juega, es un rival magnífico y que querrá estar en la final four, su hábitat natural en más de una década en la EuroLiga. Es un equipo que ha sabido introducir gente joven, que ha sabido que las estrellas se sientan importantes aunque incluso salgan desde el banco, que los escuderos sepan que son el engranaje indispensable de un equipo campeón. Itoudis ha realizado un gran trabajo.
De inicio el quinteto más habitual del CSKA Moscú sale con Jackson (7.2 puntos 3.6 asistencias) aportando mucha intensidad en el puesto de base, De Colo (20.1 puntos 4.1 asistencias) lanzado a un nuevo MVP de la temporada, el galo marca la diferencia en todo momento, Kurbanov (6.3 puntos 4.0 rebotes) en plan comodín, y por dentro con dos cuatros, uno muy polivalente, Vorontsevich (7.8 puntos 2.5 rebotes) y un Hines (8.3 puntos 4.3 rebotes) vital en su defensa, rebote e intensidad.
En el banquillo destaca sobre todo y ante todo, la salida de Teodosic (16.1 puntos 7.2 asistencias), el mago serbio lo cambia todo nada más entra en la cancha, Fridzon (6.0 puntos 1.3 rebotes) aporta tiro, y Higgins (9.1 puntos 2.0 rebotes) completa un juego exterior realmente temible. Con Dmitry Kulagin (3.9 puntos 1.5 rebotes) y Antonov (2.1 puntos 1.2 rebotes) en la recamara. Por dentro se completa la rotación, con el veterano Khryapa (3.8 puntos 3.5 rebotes), Augustine (5.8 puntos 4.5 rebotes) y el recuperado Freeland (1.6 puntos 1.1 rebotes).
El Baskonia, año tras año, demuestra su ADN competitivo, capaz de reinventarse cada temporada para estar entre los grandes del panorama europeo, con un balance final de (17-13). Un orgullo de equipo, orgullo de afición, el orgullo de un pueblo.
Como todo proyecto nuevo, algunos jugadores han incluso superado las expectativas, en cambio otras apuestas, como la de Bargnani, no han acabado, por distintas circunstancias, de cumplir con lo esperado.
Sito Alonso no suele tener un quinteto titular definido, incluyendo a los jugadores en virtud al rival que se enfrente. El más utilizado lo formaría Larkin (13.1 puntos 5.7 asistencias), un año increíble el del base en su primera temporada fuera de la NBA, Budinger (6.3 puntos 3.6 rebotes) que poco a poco se ha ido haciendo un hueco en la rotación, Hanga (10.6 puntos 4.5 rebotes), un fijo de Sito y uno de los mejores aleros del continente, y por dentro Shengelia (10.7 puntos 4.2 rebotes) muy importante cuando su salud se lo permite, y Voightmann (10.0 puntos 7.1 rebotes) siempre efectivo y cumplidor.
El banquillo está muy fusionado con el quinteto titular como ya comentamos. Todos los jugadores están preparados para salir y desempeñar su función, con Laprovittola (2.9 puntos 2.2 asistencias), Beaubois (11.6 puntos 1.6 rebotes) letal e imparable si se lo propone, Blazic (4.7 puntos 2.2 rebotes) talento y frialdad muy necesaria en los momentos clave, y por dentro Tillie (7.2 puntos 3.7 rebotes), y el explosivo Diop (4.0 puntos 2.7 rebotes). Apartado aparte para Bargnani (8.8 puntos 1.8 rebotes) que sus dolencias no le han permitido jugar demasiado, pero siempre a tener en cuenta en caso de que pueda finalmente ayudar.
El CSKA no suele perder en su casa, este año con un notable balance de (14-1), solo el Fenerbahce en la jornada 14, y además con claridad (79-95), fue el único en salir con victoria de Moscú. Un dato a tener en cuenta para el Baskonia que tendrá que ganar al menos un partido fuera de su Buesa Arena si quiere llevarse la eliminatoria.
Hay que destacar que en la fase regular sus enfrentamientos se saldaron con empate (1-1), con los rusos ganando en casa de manera contundente en la jornada 9 (112-84), y el Baskonia igualando el balance en la jornada 26 con una apretada e intensa victoria (79-78).
Foto: EuroLeague Media
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