Cinco partidos en la madrugada NBA con exhibiciones de Channing Frye, Serge Ibaka, Andrew Wiggins y el Big Three de los Warriors. Gentileza de fullbasket.es
Los Cavaliers abrieron la noche con una victoria trabajadísima ante los Hornets (100-93), que aguantaron el tipo hasta el último cuarto, donde los triples de Frye (20 puntos, 6 de 12 desde más allá del arco) y la omnipresencia de LeBron acabaron con las aspiraciones de los de Clifford, que nuevamente demostraron ser un bloque muy firme, bien conjuntado y con las ideas claras. Pero les faltó acierto en los ataques finales, con un Batum que asumió más protagonismo que Kemba Walker, dando alas a los de Ohio, una máquina muy bien engrasada que cuando aprieta el acelerador es muy difícil de batir. Destaca la apuesta táctica de Lue, que jugó todo el último cuarto con Shumpert, Jefferson, McRae, Frye y Lebron. Ni Love ni Irving. Y ganaron. Ya están 8-1, el mejor arranque de siempre. Un dato de Lebron, a la altura de los mitos.
Serge Ibaka regresó al Chesapeake Energy Arena por primera vez tras su etapa en los Thunder y lo celebró con la mejor actuación anotadora desde que llegó a la NBA tras conseguir 31 puntos, incluida la canasta de la victoria (117-119). A falta de cuatro décimas, el congoleño hizo un tiro de suspensión desde el lateral para anotar la canasta que rompía el empate y daba la victoria a Orlando. Además, capturó 9 rebotes y puso 4 tapones. Westbrook volvió a tener una actuación de triple-doble con 41 puntos, 16 asistencias y 12 rebotes -el tercero de este curso, el 40º en toda su carrera-, pero los Magic rompieron una racha de 20 triunfos seguidos cuando el base lograba tales registros.
Generaron dudas al principio, críticas por su dificultad para controlar el rebote, por el exceso de minutos de las estrellas en partidos a priori sencillos, por su carencia de aportación de la segunda unidad. Y posiblemente todas tenían fundamentos sólidos detrás para realizarlas. Pero los Warriors carburan, son una máquina ofensiva prácticamente indefendible y siguen al acecho de los Clippers en el Oeste. Anoche ganaron 133-120 a los Suns en un partido igualado que acabaron decantando los Splash Brothers (30 puntos y 5 triples cada uno). Fue Thompson, a falta de 4 minutos para el final y con dos triples, el que evitó la campanada de los de Arizona, con Bledsoe y Warren manteniendo la esperanza hasta el último periodo (20 puntos cada uno). Quien sabe si Booker hubiera estado más acertado desde más allá del arco, pero Phoenix está ya en balance de 3-8. ¿Tanking? Durant, para redondear la fiesta del Big Three, añadió 29 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias. Dan miedo.
Tener a Damian Lillard es un seguro de vida para los Blazers. El base volvió a ser el líder de los de Oregon al anotar 32 puntos, echándose el equipo a las espaldas tras irse al descanso siete abajo. Pero un parcial de 36-15 cambió el devenir del encuentro, con unos Nuggets sin respuesta y sin acierto exterior (Faried fue el mejor con un 18+14 estéril). Es la cuarta derrota consecutiva de los de Colorado, que al menos ven como Juancho Hernangómez suma cuando sale a pista (8 puntos, 6 rebotes y 2 asistencias en 16 minutos en pista, ya con todo decidido). Portland sigue afincado en zona de Playoffs, con su estrella haciendo números para este año, salvo nuevo robo, ser All-Star.
Andrew Wiggins está de dulce. Ha cerrado una semana fantástica conn la mejor marca profesional de su carrera: 47 puntos. Él y Ricky Rubio, superlativo en la dirección (10 puntos y 10 asistencias) permitieron a los Timberwolves ganar 125-99 a Los Angeles Lakers. De principio a fin el dominaron los de Thibodeau, aunque los angelinos, después de haber estado abajo 25 puntos en el descanso (69-46) y de 15 (87-72) al concluir el tercero, iniciaron el cuarto con una racha de 8-2 y 11 puntos consecutivos del escolta Lou Williams, que bajó la diferencia hasta los siete puntos. Pero la inspiración de Wiggins, que anotó 17 tantos en el cuarto periodo, impidió la remontada de los Lakers que pusieron fin a la racha de dos victorias consecutivas. Destacar los 24 puntos de Bjelica y el 22+12 de Towns. ¿Resurgirá Minnesota?
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