Si hay una palabra con la que definiría a Arvydas Sabonis, esa sería sin ningún tipo de dudas, inteligencia. Sabonis, tenía una visión del juego espectacular, quizás me atrevería a decir que fue un jugador avanzado a su época. Arvydas era ese jugador, aunque mermado por su físico, que era capaz de leer con sus 2,21m de altura el partido en todo momento y saber elegir la mejor opción para su equipo. Pues el bueno de Sabas, está de celebración, pues cumple hoy 56 años. Por José María Santiago (@jmsantiago33)
Un pívot que hizo una gran carrera, tanto en Europa como en la NBA, aunque siempre nos quedará la duda de donde habría sido su techo si sus rodillas y su tendón de Aquiles le hubieran respetado.
Formó parte de esa gran selección de la antigua URSS, con Tkachenko, Homicius, Kurtinaitis, etc. que entre otros logros consiguió la medalla de oro en los JJOO de 1988 imponiéndose en la final a la Yugoslavia de Petrovic, Divac… Y capaz también de conseguir con Lituania, dos medallas de bronce en los JJOO de Barcelona en 1992 y Atlanta en 1996.
Tras una grave lesión en el tendón de Aquiles, abandonó el equipo de su ciudad natal, el Zalgiris de Kaunas y aterrizó en el Fórum de Valladolid, donde se recuperó e hizo disfrutar y mucho a los aficionados vallisoletanos. Posteriormente fichó por el Real Madrid, al cual llevó a ser campeón de la Euroliga de 1995.
Sabonis, dio ese mismo año el salto a la NBA con los Portland Trail Blazers, que lo eligieron en la 1ª Ronda del Draft de 1986, en la posición nº 24. El jugador lituano estuvo 7 temporadas promediando 12 puntos, más de 7 rebotes y 2 asistencias por partido. En su primera temporada fue subcampeón de los premios de Rookie del Año y Mejor Sexto Hombre. Pieza importante en el engranaje de los Blazers, un equipo que regularmente se clasificó para Playoffs.
Un jugador con una clase terrible, que fue muy buen acogido en los Blazers, en los que hizo unas muy buenas temporadas. Ya me hubiera gustado ver a mi a Arvydas en completas condiciones, ante Shaquille O´Neal en aquellos playoffs que los enfrentó a Los Ángeles Lakers.
El jugador lituano acabaría su carrera deportiva donde todo comenzó, en su casa, en Kaunas. Hace nueve años nos llevamos un buen susto, ya que tuvo un pequeño infarto de miocardio. Afortunadamente, se recuperó satisfactoriamente y ahora disfruta viendo a su hijo Domantas, seguir sus pasos en la mejor liga de baloncesto, en las filas de los Indiana Pacers.
Fotos: FIBA; as.com
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