En una tarde que prometía ser tranquila para los anfitriones olímpicos, los más de 27,000 espectadores en el Estadio Pierre Mauroy se encontraron con un emocionante partido que se decidió en tiempo extra. El equipo francés se enfrentaba a Japón, que estuvo a punto de conseguir su primera victoria olímpica desde 1976
El juego dio un giro dramático cuando Rui Hachimura, la estrella de Japón, fue expulsado en el último cuarto tras cometer dos faltas antideportivas. A pesar de su ausencia, Japón luchó valientemente y llegó a tener una ventaja de cuatro puntos con solo 16 segundos en el reloj. Sin embargo, un heroico Matthew Strazel, con un triple mientras recibía una falta, logró empatar el juego con un tiro adicional, enviando el partido a tiempo extra con un marcador de 84-84.
Japón, liderado por un inspirado Yuki Kawamura, complicó a Francia con sus incursiones al aro, asistencias y tiros de tres puntos, incluso después de que los locales tomaran una ventaja temprana de nueve puntos. Kawamura, con el apoyo de Hachimura y Josh Hawkinson, mantuvo a Japón al frente, 78-77, a cinco minutos del final del tiempo reglamentario. Sin embargo, Francia no cedió. Evan Fournier encestó un triple crucial, y aunque Kawamura sumó puntos desde la línea de tiros libres, no fue suficiente para evitar la hazaña de Strazel.
La actuación de Strazel en ese momento crítico no solo cambió el rumbo del partido, sino posiblemente el destino de Francia en estos Juegos Olímpicos. En el tiempo extra, Victor Wembanyama asumió el protagonismo, iniciando con una jugada de tres puntos, seguido de un triple y dos tiros libres, acumulando una racha personal de 8 puntos que aseguraron la ventaja de Francia. Japón intentó remontar con dos triples consecutivos, pero no fue suficiente para evitar la victoria francesa por 94-90.
Matthew Strazel, con solo 21 años, fue clave desde el banco, anotando 17 puntos y siendo decisivo en los últimos segundos del tiempo extra. Victor Wembanyama, de 20 años, también destacó con 18 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias, demostrando su valor para el equipo con una calificación de eficiencia de 30.
La profundidad del banquillo fue crucial para Francia en este partido que se extendió a tiempo extra, logrando 50 puntos desde los suplentes, en contraste con los 9 puntos aportados por los jugadores de reserva de Japón. Además, la defensa francesa se hizo notar con 6 bloqueos, en una actuación destacada de Nicolas Batum y Rudy Gobert, ambos conocidos por su capacidad defensiva en el ámbito olímpico.
Francia puede respirar tranquila tras una victoria que se perfilaba complicada, y se prepara para su próximo desafío contra Alemania. Japón, aunque sin lograr la victoria, demostró que es un equipo competitivo que ganó el respeto de los aficionados alrededor del mundo. Yuki Kawamura terminó el partido con 29 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias, dejando una gran impresión a pesar de la derrota.
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