Los burgaleses remontan doce puntos de desventaja y se llevan el partido en la prórroga
Se ha cambiado de año, pero lo que no ha variado es el hambre de este equipo. Hoy sacó el talento y la casta cuando peor estaban las cosas y terminaron desarbolando al rival en el tiempo añadido. No jugaron un partido excelso los burgaleses, más bien discreto en determinadas fases del encuentro, sobre todo en el tercer cuarto, pero sin embargo cuando peor estaban jugando supieron recomponerse y volver a mostrar esa seriedad y calidad de la que vienen haciendo gala. Los de Casimiro venían con la urgencia de la necesidad de sumar para poder disputar la Copa, y volvieron a demostrar que son capaces de los mejor y de lo peor en breves intervalos de tiempo. En el tercer cuarto parecieron dominar el partido, con 12 puntos de ventaja, y sin embargo se desinflaron en el tramo final del mismo. Dependieron en exceso del juego de Jaime Fernández y de Rubén Guerrro, con 14 y 16 puntos, que fueron los mejores de los malagueños. Por parte local, el mejor fue Kravic con 20 puntos y 18 de valoración, aunque destacable el último tramo del partido de Cook, que cogió galones en el tiro cuando más lo necesitaba el equipo, así como la prórroga de McFadden, que de nuevo se erigió en protagonista del partido.
Comenzaron mejor el partido los malagueños, mejor en el rebote que los locales y con Waczynski llevando el peso anotador, para ir por delante en el marcador (4-8). Los burgaleses mejoraban en esta faceta, y bajo la dirección de Renfroe mantenían la estela de los visitantes. La segunda personal de Rivero penalizaba a los de Peñarroya en el juego interior, pero su ausencia la suplía Kravic, que junto con Benite, daban la vuelta al marcador (16-15). Un triple de McFadden ampliaba la renta local (19-15), si bien Brizuela recortaba distancias al final del cuarto (19-17).
Los burgaleses volvían a mostrar su mejor versión desde la línea de tres puntos, lo que les permitía llevar la ventaja hasta los ocho puntos (27-19). Gerun llevaba el peso anotador en el ataque malacitano, pero los burgaleses lograban contrarrestar cada ataque de los de Casimiro (33-25). Movía este el banquillo, devolviendo a Fernández y Thompson a pista. Entre los dos contribuían a dejar a los malagueños a un solo puntos con un parcial de 0-7 (33-32). Kravic volvía para sostener en ataque a los azulones, que veían como Thompson se aprovechaba de tres faltas casi seguidas del recién incorporado Salash para igualar el partido (37-37), ante la mirada de un impotente Peñarroya, que era castigado también con una técnica. Aparecía de nuevo Thompson para adelantar a los suyos, aunque Kravic ponía las tablas en el marcador al llegar al descanso (39-39).
El tercer cuarto arrancó con intercambio de golpes (43-42), pero se notaba que los burgaleses tenían serias dificultades en ataque por la buena defensa de los visitantes, que se aplicaban en ataque para endosar un parcial de 0-8 que obligaba a Peñarroya a sentar a los suyos (43-50) con seis minutos de cuarto por disputar. Seguían los locales sin encontrar su sitio en el partido, y los de Casimiro, dominando el rebote y aprovechándose de la carga de faltas de los burgaleses y con un gran Guerrero, ampliaban la ventaja hasta los 12 puntos (46-58), recortada con un parcial de 5-0 de los de Peñarroya gracias a una canasta de Renfroe y un triple de Cook (51-58).
Los burgaleses no habían dicho su última palabra en el partido y, tras una canasta de Alonso (51-60), con un magnífico Cook desde el triple daban la vuelta al marcador en apenas dos minutos con un parcial de 10-0 (61-60). Casimiro sentaba a los suyos, y de nuevo el incombustible Jaime Fernández daba aire a su ataque, con la ayuda de Guerrero bajo aro, para devolver la ventaja a lado (63-68), aunque de nuevo los burgaleses desde el triple golpeaban en tres ataques seguidos para volver a tomar ventaja (72-70), si bien las faltas en defensa volvían a ser un hándicap. Aprovechaban los malagueños los tiros libres, pero los burgaleses de nuevo desde el triple llevaban la ventaja a los cinco puntos a falta de dos minutos (77-72). Dos tiros libres de Abromaitis un triple de Brizuela igualaban la contienda a falta de un minuto (77-77). Benite y Guerrero anotaban para cada bando, disponiendo de los locales de una última posesión que no supieron aprovechar y el partido se iba a la prórroga (79-79).
En el tiempo extra, los burgaleses tenían una bala guardada en la recámara. Tras una canasta de Brizuela que ponía a los malagueños por delante, un triple de Horton y una canasta posterior de Guerrero ponía de nuevo las tablas en el marcador (83-83). Aparecía entonces McFadden, con 7 puntos seguidos, para con Kravic endosar un parcial de 10-0 en apenas dos minutos, ante la impotencia de un cuadro malagueño que veía como otra canasta de Horton cerraba el partido (95-83).
Tras este nuevo triunfo, los burgaleses aún aspiran a poder ser cabezas de serie en la próxima edición de la Copa, aunque para ello deberán derrotar al Betis en la última jornada de la primera vuelta y esperar otros resultados, aunque el premio de estar en Madrid ya está conseguido.
Hereda San Pablo Burgos: D. Kravic (20), M. Salash (0), V. Benite (15), A. Barrera (-), M. Salvó (5), T. Mc Fadden (14), J. Rivero (0), J. Sakho (2), O. Cook (15), X. Rabaseda (7), K. Horton (7) y A. Renfroe (10). Entrenador: Joan Peñarroya.
Unicaja Málaga: D. Thompson (12), J. Fernández (14), F. Ferrari (2), D. Brizuela (14), F. Alonso (4), C. Sánchez (-), A. Waczynski (7), T, Abromaitis (4), R. Guerrero (16), Y. Nzosa (0), V. Gerun (6) y A. Bouteille (4). Entrenador: Luis Casimiro.
Fuente: burgosdeporte.com · acb photo
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