El cuadro tinerfeño se impuso en la final de la Champions League (87-98) con una segunda mitad muy efectiva desde el triple (54%). A pesar de llegar al descanso por delante (50-49), el BAXI se vino abajo en la segunda mitad, incapaz de frenar al cuadro de Txus Vidorreta con un Huertas brillante
El BAXI Manresa vio truncado el sueño de lograr su primer título europeo al caer en la final de la Champions League ante el Lenovo Tenerife (87-98) en un partido que rompió el equipo tinerfeño en la segunda mitad a base de acierto en el tiro exterior.
El partidazo del MVP de la competición, Chemi Moneke (24 puntos) no fue suficiente para traer el título a Manresa para decepción de los 4.000 aficionados que acudieron a Bilbao. Una oportunidad perdida de hacer historia después de realizar una magnífica competición.
La final se convirtió en los primeros minutos en un duelo anotador entre Moneke que anotó los 12 primeros puntos del BAXI con dos triples, ante un Salin también inspirado (9), en un partido con mucho ritmo desde el inicio.
Salin, protagonista
Aunque el Lenovo Tenerife encontraba con facilidad a Salin que daba la máxima renta a los tinerfeños (9-16). Pedro Martínez paró el partido y los manresanos volvieron a meterse en el partido con triple de Dani Pérez (19-18). Ambos conjuntos, jugando a un ritmo frenético, no acababan de imponer su estilo, con tremenda igualdad (25-27).
Los de Txus Vidorreta volvieron a dar un pequeño tirón al inicio del segundo cuarto (25-32). Pero de nuevo Manresa no dejaba irse al Tenerife con un Thomasson que también quería protagonismo. Dos acciones suyas consecutivos devolvían la igualdad (34-34).
Nadie daba su brazo a torcer, con rápidas transiciones un ritmo que se ajustaba más al estilo del BAXI y que logró sacar el máximo rédito con un triple de Maye para dar la máxima renta a los del Bages (50-46). Aunque un triple de Fitipaldo devolvía la igualdad en la que se movió la final hasta el descanso (50-49).
El Lenovo abre hueco
Tras el descanso salió más acertado el Lenovo, que aprovechó las imprecisiones ofensivas del BAXI para ir abriendo paulatinamente el marcador, hasta alcanzar una máxima de 10 puntos tras triple de Doornekamp (56-66). Era el peor momento del cuadro de Pedro Martínez –parcial de 6-17-, que debía reaccionar si quería llevarse el título.
Pero un Tenerife muy sólido en la dirección con un brillante Marcelinho Huertas y especialmente acertado en el triple –cuatro de ellos de Doornekamp en el cuarto, otro de Salin y uno final de Wiltjer-, solo empeoró las cosas para el BAXI que perdía de 15 puntos (67-82) con un parcial claro de 17-33.
El BAXI lo intentó subiendo la intensidad defensiva, aunque el cuadro tinerfeño, con más experiencia en este tipo de partidos, supo aguantar el envite del equipo del Bages y la victoria no peligró en ningún momento (87-98) para sumar su segunda Champions League. El sueño del Manresa se fue al garete pero no empaña una magnífica campaña en Europa.
Fuente: sport.es
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