Victoria del FC Barcelona en El Clásico de la Liga Endesa ante el Real Madrid. El encuentro estuvo realmente igualado hasta el último cuarto, cuando la defensa del Barça se impuso a un ataque muy errático de los blancos que no supieron darle la vuelta a una situación que cada vez parecía más complicada. Aun así, dos buenas acciones de Gaby Deck dieron esperanza a los de Laso, pero un tapón de Mirotic certificó el triunfo
El líder del triunfo blaugrana fue, sin duda alguna, Nikola Mirotic, autor de 26 puntos y 10 rebotes para 41 de valoración. Los blancos no fueron capaces de parar el torrente ofensivo del montenegrino que liquidó a todos sus defensores uno por uno, desde el joven Garuba hasta los experimentados Deck y Thompkins. El Real Madrid cae y suma su primera derrota en Liga Endesa, aunque continúa líder de la clasificación.
El Real Madrid comenzó con un quinteto con mucha presencia de jugadores peligrosos en el lanzamiento exterior. Laprovittola a los mandos secundado por Causeur y Abalde, y Garuba y Tavares en el juego interior. La consigna de Laso estaba clara, hacer daño desde fuera. Sin embargo, el Barça no rehuía el duelo. Abalde comenzaba anotando desde el perímetro, pero Mirotic y Calathes respondían con autoridad.
El partido era netamente ofensivo por parte de los dos equipos, encuentro de altos vuelos. Abalde volvía a anotar de tres y ponía a los blancos por delante. Desde el comienzo, el choque apuntaba a partido con mucho talento anotador, algo que no gustaba a Laso que pedía a los suyos más intensidad y más atención en las ayudas. El duelo en la pintura lo ponían Mirotic y Garuba. El canterano blanco era el elegido para secar a la estrella culé, aunque estaba viviendo un calvario. Causeur, a pase de Tavares, anotaba de tres y ponía el 15-12 a falta de 05:15 para el final del primer cuarto.
No tardó Sarunas Jasikevicius en mover su banquillo y dar entrada a hombres como Oriola y Hanga para buscar mayor intensidad defensiva. El alero reconvertido en base se ponía al mando de las operaciones. En el Madrid, Laprovittola marcaba el ritmo con penetraciones muy peligrosas y haciendo una genial lectura de los bloqueos, especialmente de Tavares. La salida del Madrid había sido muy buena, pero parar a Mirotic era una urgencia absoluta después de anotar 9 puntos en los primeros 6 minutos.
La conexión Laprovittola-Causeur estaba creando estragos con el argentino rompiendo en la zona y aprovechando la apertura con la que había salido el quinteto merengue. Rudy estaba ya en pista para reforzar aún más ese tiro exterior. A pesar de las buenas sensaciones generales, Garuba seguía sufriendo en exceso para pasar los bloqueos, dando demasiado espacio a Mirotic. Laso movió fichas e introdujo a Deck en pista, aunque el argentino se mediría a Roland Smits, que daba descanso al montenegrino. Ambos técnicos movían constantemente su banquillo para tener a todos sus hombres frescos. Al final del primer cuarto, Real Madrid 22-23 FC Barcelona.
El Barça comenzó enchufado el segundo cuarto con un 2+1 que Kuric le sacó a Rudy gracias a un tiro en suspensión con caída sencillamente espectacular. Los de Jasikevicius, poco a poco, se fueron haciendo con el mando del partido, encontrando mejores situaciones ofensivas gracias a la movilidad de Kuric y Bolmaro. Mientras tanto, el Madrid se atascaba con penetraciones sin mucha esperanza, aunque conseguía sumar desde el tiro libre.
En el equipo blanco, Deck ganaba protagonismo sobre Smits gracias a su fortaleza física, por lo que Saras decidía volver a meter en cancha a Nikola Mirotic. Ataques poco organizados en ambos equipos, pero tirando del inmenso talento de los dos conjuntos. En el Madrid, Llull se ponía a los mandos, mientras que en los culés, Oriola aprovechaba los cambios en los marcajes sobre los pequeños del conjunto de Laso. Calathes anotaba de dos tras un gran robo de Mirotic y ponía el 31-34 a falta de 05:14 para el descanso.
Kuric pasaba de nuevo por la línea de tiros libres y abría un parcial de 0-6 que ponía al Barça 5 arriba, creando la primera pequeña renta de El Clásico. En los blancos, había regresado a pista Abalde para intentar que los de Jasikevicius volvieran a cerrarse cerca de su aro en las penetraciones y abrir así mayores espacios en el exterior. En defensa, la misión del ex de Valencia era parar a Cory Higgins.
El segundo cuarto estaba siendo mucho más peleado, con muchos parones por faltas y con mayor pelea en los marcajes. Menos espacios y juego más estático que hacía que el marcador creciera a un ritmo mucho menor. Si el primer cuarto había sido de Mirotic, el segundo se lo quería apuntar Sergio Llull, que anotaba dos triples consecutivos desde la cabecera para poner en ventaja al Madrid. En el cuadro culé, el protagonismo lo tomaba Cory Higgins. El equipo blanco se llevó el segundo cuarto por 24-23 y el resultado al descanso era de 46-46.
Tras el paso por vestuarios llegaron los primeros minutos de Carroll en el partido y el regreso de Tavares, que no había disputado ni un solo minuto en el segundo cuarto. Con la salida del de Wyoming, el juego exterior del Madrid se centraba en sus manos, siendo Abalde y no Laprovittola el jefe de las operaciones. La salida de los de Jasikevicius fue arrolladora con un parcial de 0-9 con un Mirotic, de nuevo, estelar. Además, Calathes se pegaba a Nicolás para que el argentino no pudiera aparecer y dar claridad al juego defensivo de los blancos. El pique entre Deck y Mirotic era de los que creaban afición, aunque el montenegrino estaba demasiado inspirado. Más de tres minutos tardaron los blancos en estrenarse en el tercer cuarto, sequía rota por un mate potente de Edy Tavares. Gaby Deck anotaba una gran bandeja al contraatque y ponía el 52-53 a falta de 04:47.
El partido seguía siendo un verdadero espectáculo con acciones de primerísimo nivel europeo. Higgins destrozaba el aro del Madrid y Thompkins respondía con un sensacional fade away en la canasta contraria. Todos veían el aro como una auténtica piscina. Habían llegado a El Clásico con la máxima inspiración. Carroll, con un triple inverosímil, empataba el choque a pesar de la buena defensa de Abrines. No obstante, Hanga aparecía para responder y devolvía todo el ritmo posible al choque, al igual que lo había tenido en el primer cuarto. Laso detenía el partido para volver a hacer ajustes en una defensa muy diezmada, el vitoriano no quería combate a los puntos.
A pesar del enorme ritmo ofensivo, cada equipo solo sumaba 8 asistencias, dando muestra del gran número de acciones que se habían desarrollado con jugadas individuales. Mirotic volvió al banquillo en el Barça y Hanga tomó el protagonismo aprovechando su mayor poderío físico sobre Laprovittola. No obstante, los blancos seguían estando muy metidos en el choque haciendo una gran labor de equipo. El tercer cuarto concluyó con victoria parcial del Real Madrid por 19-18, por lo que los blancos se iban al cuarto definitivo mandando por 65-64.
La defensa culé domina
El último cuarto comenzó siguiendo el mismo guion que el resto del partido, con mucha igualdad y con apariciones individuales de estrellas como Higgins o Llull. Además, Mirotic seguía siendo indefendible también para Thompkins al igual que antes lo había sido para Garuba o Deck. El Real Madrid comenzaba a pasar apuros en ataque, pero Llull aparecía de nuevo con una acción de genio para poner calma.
En el intercambio de golpes, los de Laso jugaban con fuego porque el talento del Barça, comprado a golpe de talonario, era inagotable. Los culés, más asentados, empezaban a abrir una diferencia peligrosa. Los problemas en el rebote del Real Madrid estaban siendo muy notorios. Solo la resistencia blanca les permitía no dar por perdido el choque. Pustovyi anotaba con un tiro cómodo a cuatro metros y ponía el 72-79 a falta de 04:50.
La defensa del Barça, mucho más intensa e intentando cortar líneas de pase mucho más arriba, estaba borrando al Madrid del partido. Los blancos se atascaban en el peor momento posible mientras el conjunto culé fluía. Un triple de Kuric les daba la máxima del partido, llegando por primera vez a la decena. Por si esto fuera poco, Thompkins era eliminado por faltas con cuatro minutos por jugarse.
El equipo de Pablo Laso había sufrido demasiado durante todo el partido para cerrar el rebote. El Barça dominaba este apartado por aplastante 26-38. Además, habían conseguido cerrar su aro en el momento clave y el Madrid estaba sufriendo lo indecible para intentar reducir la desventaja. Con menos de dos minutos en el reloj, los blancos caían de 8. Poco a poco, el Madrid seguía peleando cada punto y Deck dejaba la desventaja en 6 desde la línea de personal. El argentino volvía a anotar al poste y reducía la desventaja aún más. Solo eran cuatro a falta de 40 segundos. Laprovittola tuvo la oportunidad de pelear el triunfo, pero justo cuando se disponía a anotar con un tiro en suspensión que hubiera puesto a los blancos a dos, apareció Nikola Mirotic para colocar un tapón colosal y cerrar el triunfo culé.
fuente: elespanol.com · acb photo
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