Una noche histórica para los Thunder en Memphis, 104-125

En una velada electrizante, los Oklahoma City Thunder dejaron su huella en Memphis al derrotar a los Grizzlies por 125-104, forjando una racha ganadora que alcanza su octava victoria consecutiva y elevando el número total de triunfos de la temporada a un récord histórico de 61 partidos. La jornada estuvo marcada por la magistral exhibición de Shai Gilgeous-Alexander, cuyas 37 anotaciones brillaron como faro de esperanza y dominación en la cancha

El regreso de Jalen Williams fue otro hito destacado. El escolta All-Star, tras ausentarse en los siete encuentros previos por una lesión en la cadera, regresó con fuerza y aportó 20 puntos clave, subrayando la resiliencia y compromiso de este grupo aguerrido. Además, Isaiah Hartenstein se erigió como un verdadero pilar, sumando 18 puntos y capturando 11 rebotes, lo que permitió a Oklahoma City mantener una posición privilegiada en la liga—con un impresionante récord de 61-12, a tan solo dos victorias de Cleveland y asegurando el mejor registro de la Conferencia Oeste.

El ritmo intenso del partido se vio reflejado en cada cuarto. Tras un primer tiempo de intensos altibajos (63-59), el Thunder se desató en la segunda mitad, arrancando con una racha de 8-0 que forzó a Memphis a ordenar un tiempo muerto. Aunque los Grizzlies intentaron reaccionar, los Thunder sellaron su dominio con una jugada única que sumó un cesto extra antes de que el equipo visitante encontrara su ritmo en el tercer cuarto.

A pesar de la entrega de Jaren Jackson Jr. y la versatilidad de Scotty Pippen Jr.—quien registró 17 puntos, junto con 10 rebotes, siete asistencias y cinco robos—la ausencia recurrente de Ja Morant, fuera por una molesta distensión, evidenció la fragilidad ofensiva de Memphis en momentos críticos.

La emoción se intensificó en el cuarto final. Un triple de Cason Wallace amplió la ventaja a 112-99, para que luego Hartenstein, con temple de veterano, sellara una explosiva racha de 15-0 al encestar dos tiros libres decisivos. En situaciones de alta presión, Lu Dort emergió con fuerza, rompiendo un empate a 99 con un triple que cambió la dinámica del encuentro, mientras Hartenstein clausuraba la contienda con un espectacular mate con apenas seis minutos en el reloj.

Incluso al tener que prescindir de importantes piezas del banquillo—como Alex Caruso, aquejado por molestias lumbares, y Jaylin Williams, afectado por rigidez en la cadera izquierda—los Thunder demostraron la profundidad y solidez de su plantilla. Con una eficacia letal, lograron encestar 13 de los 23 tiros en el último cuarto, dejando claro que cada partido es un capítulo memorable en su marcha hacia la gloria.

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