Unicaja culmina un torneo de ensueño y se proclama Campeón de la Copa del Rey (80-83)

Unicaja se ha convertido en el nuevo Campeón de la Copa del Rey al vencer a Lenovo Tenerife por 80 a 83, en un encuentro muy emocionante y que se decidió en los minutos finales. El conjunto dirigido por Ibon Navarro culminó un torneo de ensueño en Badalona y consiguió el trofeo con todo merecimiento. Derrotar en cuatro días a los poderosos Barcelona, Real Madrid y a todo un Campeón de la Copa Intercontinental cómo Tenerife, tiene muchísimo mérito. Su juego coral durante todo el torneo ha sido de un nivel excelso. Por su parte, Lenovo Tenerife cuajó un magnífico encuentro, pero llegó cansado y falto de ideas a los minutos finales, que fueron letales para sus aspiraciones de obtener el título. Pese a ello, fue un muy buen finalista

El inicio de la final fue frenético, a un ritmo muy alto. Los dos conjuntos salieron a pista sin reservarse nada y la igualdad era manifiesta. En el ecuador del primer cuarto, Unicaja mantenía una exigua ventaja (7-9 minuto 5).

El equipo malagueño dominaba el rebote (8 a 4), pero esto no parecía importarle a Lenovo Tenerife, que gracias a dos tiros libres de Jaime Fernández (5 puntos) igualaba el encuentro a 14 (minuto 8).

Las defensas estaban ahogando a los ataques y anotar se convertía en toda una quimera. Un triple sobre la bocina de Kalinoski situaba a los malagueños por delante (16-17 minuto 10).

Estábamos asistiendo a una auténtica partida de ajedrez entre Vidorreta y Navarro; una batalla táctica que se preveía larga. La igualdad en este segundo cuarto seguía siendo la tónica del partido. La sucesión de canastas se sucedían a un lado y otro de la pista. Sin embargo, un triple de Doornekamp dio la máxima ventaja a Lenovo (30-26) e Ibon Navarro tuvo que pedir tiempo muerto.

La sociedad Huertas (5 asistencias) – Shermadini, que parece ilimitada, estiró más la diferencia para los tinerfeños (33-26 minuto 16). El georgiano llevaba ya 9 puntos en su haber. Unicaja se había quedado estancado en el punto 26 desde hacía ya muchos minutos.

El conjunto malagueño se agarraba al encuentro, debido a la gran cantidad de rebotes ofensivos capturados (8), que les daba segundas oportunidades de tiro. Gracias a ésto, Unicaja pudo recortar diferencias (36-33 minuto 18).

Otro triple de Kalinoski puso a Unicaja por delante (36-37 minuto 19), pero una canasta desde el medio campo de Marcelinho Huertas dio la iniciativa de nuevo a los tinerfeños. Con el resultado de 39 a 37 se llegaba al descanso.

El dos más uno conseguido por Darío Brizuela nada más salir de vestuarios, fue toda una declaración de intenciones de los de Ibon Navarro. Un parcial de 7 a 0 para los malagueños, le daba la vuelta al partido (39-44 minuto 22).

Lejos de ponerse nerviosos, los de Vidorreta sacaron su oficio y experiencia y devolvieron el parcial en un visto y no visto (esta vez de 9 a 0). Lenovo recuperaba la iniciativa (48-44 minuto 24).

Marcelinho volvía a aparecer (15 puntos) y la brecha tinerfeña parecía hacerse cada vez más grande (56-47 minuto 27). El brasileño, a punto de cumplir los 40, estaba siendo diferencial para su equipo.

El encuentro atravesó una fase preciosa de juego, donde los dos conjuntos mostraron todo su repertorio. Dos triples consecutivos de Kalinoski y Carter igualaron nuevamente el marcador (58-57 minuto 29).

Unicaja había superado una fase crítica en el partido y tras otro triple de Carter, los malagueños empataron el partido a 60. Quedaban diez minutos para conocer al campeón de esta Copa del Rey.

Un estelar Tyson Carter (15 puntos), estaba dinamitando la final. Sus puntos hacían liderar a Unicaja (69-71 minuto 35) . A Tenerife se le empezaba a ver un poco cansado, con menos chispa y sólo Marcelinho anotaba (21 puntos).

Pasado el ecuador de este último periodo, con dos triples de Barreiro y Osetkowski, los de Ibon Navarro tomaron una ventaja que podía ser definitiva (69-77 minuto 37). Los malagueños se habían adueñado del rebote (35 a 25) y ésto estaba siendo un factor clave en la final.

Los de Txus Vidorreta lo intentaron hasta el último instante, pero no fue suficiente. Unicaja supo administrar la renta y se proclamó Campeón de esta edición disputada en Málaga por 80 a 83.

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