Unicaja es el primer finalista de la Copa del Rey. El conjunto malagueño mostró poderío y, gracias a un excepcional tercer cuarto, venció a La Laguna Tenerife por 90 a 83. Los de la Costa del Sol, emplearon todo su arsenal que, con un Yankuba Sima (21 puntos y 8 rebotes) imponente bajo los aros, volverá a luchar por un título. Honor para los de Vidorreta, que lucharon hasta el último instante
El partido comenzó a un ritmo frenético, donde un hombre destacó por encima de todos, Yankuba Sima. El pívot de Unicaja, autor de 9 puntos, dio las primeras ventajas al cuadro malagueño (11-8 minuto 5). Los de Ibon Navarro, pese a su 0 de 7 de la línea de tres, se hacían fuertes en el rebote (9 a 3, 5 de ellos ofensivos) y con segundas oportunidades lograron ampliar las diferencias. Kravish (6 puntos), tomó el relevo anotador de Sima y Unicaja ganó el primer cuarto por 21 a 15.
El parón le vino de perlas a los de Txus Vidorreta. La aparición de Gio Shermadini (10 puntos) fue oro puro para Tenerife (minuto 12). Diez puntos consecutivos del georgiano, le dieron la vuelta al marcador (21-25). El parcial de diez a cero, obligó a Ibon Navarro a detener el encuentro.
Este segundo cuarto se endureció. El nivel de intensidad era extremo y las defensas asfixiantes. A medida que pasaban los minutos, anotar se volvía una quimera. Ante esta tesitura de partido, se vio más cómodo a La Laguna Tenerife, que se marchó al descanso con una mínima renta, 38 a 39. El dos de catorce de Unicaja desde la línea de tres, le estaba penalizando.
Tras el entreacto, seguimos disfrutando de un partido trepidante, donde las fuerzas estaban muy igualadas. Pasado el ecuador de este tercer acto y gracias a los triples de un entonado Alberto Díaz (9 puntos) y al trabajo bajo los aros de Sima (21 puntos y 7 rebotes) obtuvo una ventaja, que podía ser definitiva (72-60 minuto 30).
Unicaja había anotado 34 puntos en este tercer período con un parcial a su favor de 34 a 21. A pesar de los esfuerzos de Marcelinho Huertas (11 puntos) a La Laguna Tenerife empezaban a fallarle las fuerzas. Los de Vidorreta habían visto pasar un auténtico vendaval.
En el último cuarto Tenerife echó el resto para revertir la situación. Fran Guerra (16 puntos), se convertía en el faro ofensivo de los tinerfeños y reducía diferencias (83-78 minuto 37). El conjunto de las Islas estaba dando toda una lección de pundonor y ponía más emoción al final del partido. Pero hasta ahí llegó la resistencia de los de Vidorreta. Unicaja no se puso nervioso en los instantes finales y se llevó el triunfo por 90 a 83. Los de Ibon Navarro jugarán la gran final de mañana domingo.
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