Ibon tenía un plan y su equipo lo ejecutó a la perfección. Clase magistral de baloncesto del cuadro malagueño, que se proclamó campeón de la Copa del Rey tras superar de manera clara al Real Madrid por 93 a 79. Kendrick Perry (27 puntos) manejó perfectamente los hilos, pero el principal activo de los de Unicaja, fue la actuación coral de todos sus integrantes. Por su parte el Real Madrid, no tuvo opción y fue a remolque en todo el encuentro. Segunda final consecutiva que los de Málaga le ganan a los de Chus Mateo
La final arrancó a mil revoluciones. Con una intensidad desmesurada, ambos conjuntos intentaron imponer su estilo de juego. Unicaja aplicó su modo coral para llevarse el primer cuarto por 18 a 15. La puesta en escena de los de Ibon Navarro, había sido magnífica. A pesar de perder la batalla del rebote de forma clara (4 a 12), ya habían conseguido anotar siete jugadores del roster malagueño. Mención especial para un mate estratosférico de Yankuba Sima, que en esta Copa está de dulce.
La entrada de Hugo González (6 puntos) fue un soplo de aire fresco para los blancos que, aguantaron los ataques de los de la Costa del Sol, con actores secundarios. Pasado el ecuador del segundo acto, Kendrick Perry (8 puntos), tras anotar un triple, dio la máxima ventaja a Unicaja (34-27 minuto 17).
Las estrellas del Madrid seguían sin aparecer. El trío Campazzo, Hezonja, Tavares sólo había anotado cinco puntos entre los tres jugadores. Los de Chus Mateo debían aumentar prestaciones si querían llevarse la final. Éstos se activaron en el tramo final de este segundo acto y recortaron las diferencias. Al descanso 39-36 para Unicaja.
La salida de vestuarios fue malagueña. El dúo Taylor (11 puntos) – Perry (10 puntos), siguió perforando la defensa merengue, incapaz de parar el juego exterior de Unicaja. Los de Ibon Navarro certeros desde la línea de tres (9 de 17), se iban en el marcador (56-44 minuto 26).
Chus Mateo paró el partido y su equipo reaccionó. De la mano de Facundo Campazzo (10 puntos) el Madrid se puso a seis (56-50 minuto 28). Pero fue un espejismo. Kameron Taylor (15 puntos) volvió a poner tierra de por medio (64-52 minuto 29). Un triple sobre la bocina, marca de la casa de Llull, dejó el marcador en un 64-55. Nueve abajo para los blancos, que seguían sin estar nada cómodos en pista.
En el último acto, el Madrid continuó a remolque. Kendrick Perry siguió en modo estelar (16 puntos) dando un auténtico recital. El cuadro blanco sufría (74-60 minuto 33), pero aún restaba mucho tiempo para el final del partido.
Pese a una tímida reacción del Real Madrid (que llegó a ponerse a seis), Unicaja no se puso nervioso. Perry (27 puntos) manejó los últimos minutos de manera excelente, el Madrid bajó los brazos definitivamente y el cuadro malagueño se proclamó, con justicia, campeón de la Copa del Rey. Resultado final de 93 a 79.
Redactor · Opinión · NBA · Liga Femenina
Twitter: @jmsantiago33
