La máxima competición continental tiene un favorito muy claro esta temporada
El Real Madrid está dominando de forma histórica la temporada 23/24 de la Euroliga. En el formato actual no habíamos visto un favoritismo como el que ejerce el equipo de Chus Mateo jornada tras jornada. Se ensalza la competitividad de la competición desde el punto de vista de la lucha por entrar en los playoffs y el play-in, algo que es totalmente cierto, pero por parte de arriba todo apunta a ser la temporada menos emocionante que hemos vivido desde que se ha instaurado el formato actual.
Para ello hay múltiples causas que analizar, siendo la expulsión de los equipos rusos una de las más importantes por la falta del CSKA, uno de los favoritos perennes con más presupuesto. Pero en este artículo vamos a analizar como en el trasvase de estrellas entre NBA y Euroliga de este verano la máxima competición europea ha salido perdiendo.
Como en todos los últimos veranos, muchas de las expectativas de la Euroliga se centraban en la llegada de jugadores más o menos destacados de la NBA. Estrellas como Nikola Mirotic, Dzanan Musa, Mario Hezonja, Tomas Satoransky, Greg Monroe, Derrick Williams, Dante Exum o Ante Zizic han destacado en los últimos años, mientras que la competición ha sido dominada la última década por jugadores que tuvieron un paso breve por EEUU y retornaron, con Rudy Fernández, Nando De Colo, Edy Tavares, Sergio Rodríguez, Shane Larkin, Facundo Campazzo o Rodrigue Beaubois como nombres muy destacados.
Este verano llegaron o retornaron nuevos nombres destinados a brillar en la competición y ocupar los puestos altos de las estadísticas importantes como Willy y Juancho Hernangómez, Serge Ibaka, Jabari Parker o Kemba Walker. El rendimiento hasta el momento de los recién llegados de la NBA tiene luces y sombras, pero lo que podemos asegurar es que ninguno se acerca por ahora al rendimiento de las dos estrellas más rutilantes que cruzaron el charco este pasado 2023: Sasha Vezenkov y Vasilije Micic.
El base serbio saltó a la NBA con el título claro de mejor jugador de la competición de los últimos tiempos y con dos títulos bajo el brazo, mientras que Vezenkov fue el MVP de la temporada pasada y llevó a su Olympiacos a la final perdida por la ya mítica canasta de Sergi Llull. Los griegos están actualmente en el séptimo puesto, luchando por la clasificación, mientras que Anadolu Efes está el tercero por la cola con solo nueve victorias. Es cierto que los turcos ya pincharon la temporada pasada aún con Micic y que los de Bartzokas también han perdido a otro líder como Kostas Sloukas, pero no es aventurado asegurar que con los dos astros ambos apuntarían a estar más arriba.
Serge Ibaka y Willy Hernangómez son los que más están brillando, con el hispanocongoleño en el puesto 18 en valoración con 15’4 y el pívot del Barça en el 37 con 12’8 y una productividad por minuto muy destacada, ya que en la extrapolación a 40 minutos sería el tercero más valorado, el segundo en puntos y el séptimo en rebotes. Pero en la estadística principal están muy lejos del sexto puesto de Micic (17’4) y del primero de Vezenkov (21’5).
Dante Exum también ha sido una importante perdida para la Euroliga. El australiano realizó una gran temporada pasada en las filas de Partizan, siendo el 18 en valoración con 14’3 y contribuyendo a que el equipo de Obradovic estuviera a punto de eliminar al Real Madrid en playoff y a haber quedado en sexta posición en la fase regular. Su sustituto en los serbios ha sido el NBA PJ Dozier, que está promediando 11 créditos (62º), mientras Partizan lucha por la clasificación desde su décimo puesto actual.
Las otras estrellas NBA no están destacando de momento, con decepciones como Kemba Walker y Juancho Hernangómez, aunque sus equipos si están bien situados y son favoritos a F4, y
La Euroliga presume de su juego táctico y de equipo en comparación con la NBA, pero como en todas las competiciones las estrellas son decisivas y en el trasvase entre competiciones ha salido perdiendo, al menos en esta primera mitad de la temporada. Y ese puede ser uno de los motivos, aunque probablemente no el más importante, por los que parece haber bajado sustancialmente la competitividad a la hora del primer puesto, con todos los pronosticadores apostando claramente al blanco.
No preguntes que puede hacer el equipo por ti, pregunta que puedes hacer tú por el equipo.
