Con 10 bajas y solo 6 jugadores del primer equipo más 3 canteranos que debutaron, nuestro equipo logró un triunfo memorable en el WiZink Center
Lo que hizo el Real Madrid en el Palacio es otro capítulo más que forja la grandeza de esta camiseta y de este club, y una gesta que pasará a la historia de la Euroliga. Derrotó al 8 veces campeón y siempre favorito al título con solo 6 jugadores del primer equipo y la ayuda de 3 canteranos, que debutaban con el primer equipo, sobreponiéndose a las 10 bajas que presentaban (7 por COVID-19 y 3 por lesión). Williams-Goss (17 puntos y 18 de valoración), Llull, Taylor, Rudy, entre algodones, Vukcevic, Tavares (15, 10 rebotes y 28 de valoración), Klavzar, Miller y Sediq Garuba se vistieron de héroes para dar la novena victoria seguida al Madrid en el WiZink Center y cerrar la primera vuelta de la competición sin conocer la derrota en casa.
El equipo afrontaba su último partido del año en el WiZink Center en cuadro sin Heurtel, Núñez, Causeur, Hanga, Yabusele, Randolph, Poirier, Alocén, Abalde y Thompkins. Tuvo que llegar al mínimo de 8 jugadores que exige la Euroliga con 3 juniors. Y para complicar aún más las cosas, esperaba un CSKA con todos sus efectivos. Le dio igual y salió a por todas. Firmó un arranque sensacional. Con Garuba (primer debut de la noche) y Vukcevic en el quinteto inicial, el Madrid desbordó a los rusos, que en 4 minutos habían encajado un 11-0 con Tavares haciendo estragos en la zona. Las rotaciones de Chus Mateo mantenían la intensidad de los madridistas. Klavzar (segundo debut), que dejó grandes sensaciones con 6 puntos y 9 de valoración en 7 minutos, y Rudy ponían en pie al Palacio y la máxima del encuentro con el 17-3 en el 7´.
El Madrid se defiende
Itoudis tuvo que recurrir a más pesos pesados con la entrada de Milutinov y Clyburn. Su equipo mejoró y fue poco a poco metiéndose en el partido. La primera embestida la frenó bien el Madrid, con Williams-Goss y Tavares al frente, pero los moscovitas no cesaron en su empeño y, mucho más frescos, acabarían dando alcance a los nuestros antes del descanso, al que se llegó con 37-40.
El descanso le vino bien al equipo para recargar pilas. Bajó la anotación visitante y buscó la velocidad en sus acciones con Williams-Goss y Llull para romper el ritmo en el que se había instalado el partido. Lo consiguieron. Se sumaron Taylor, Rudy y un Tavares providencial en la pintura, que fue sumando hasta terminar el tercer cuarto ya con un doble-doble (15 puntos y 10 rebotes). El Madrid no solo no dejó en ningún momento que el CSKA cogiera una ventaja importante sino que acabó este cuarto por delante tras un triple del alero mallorquín después de otros 10 minutos de un esfuerzo excepcional en el que ganaron por un parcial de 19-15 (56-55, min. 30).
Héroes
La agresiva defensa madridista, con 4 pequeños y Tavares, trastocaba a un CSKA que no acertaba de fuera pero tampoco por dentro, incapaz de superar la energía de los de Chus Mateo. Además, cerraron bien el rebote y con tres destellos de calidad en ataque en forma de tres triples consecutivos de Klavzar (10 puntos del chaval con un solo fallo en el tiro) y dos del increíble Llull, permitían al Madrid entrar con una renta de 9 puntos a los últimos 3 minutos (67-58). Había que defenderla. Los visitantes siguieron intentándolo pero se toparon con un Madrid magnífico en espíritu y con Williams-Goss rubricando su espectacular actuación. El base norteamericano resultó decisivo con 6 puntos finales que no tuvieron respuesta del rival (71-65, min.40). El equipo se fue ovacionado del Palacio en su último encuentro del año ante su afición. Y Llull como el jugador que más victorias ha conseguido con el Real Madrid en la Euroliga (227).
nota de prensa Real Madrid
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