Curry que se fue hasta los 33 puntos con 9 triples, lideró a los Warriors hasta la segunda victoria de la final, mucho más sencilla que la primera. La serie con (2-0), viaja ahora hasta Cleveland con unos Cavaliers con cada vez menos tiempo de reacción
Tras un primer partido de infarto se espera un segundo de alta tensión, pero lo cierto es que vivimos un recital de Curry, con 9 triples, récord de triples anotados -además con un 53%- en un partido final de NBA, que lideró a unos Warriors que dominaron de principio a fin. Los Cavaliers no estuvieron nunca por delante en el marcador.
McGee salió con ganas de sumar para la causa, y Thompson cumplió con su idea de jugar en el segundo partido a pesar de su esguince en el primero. Por contra en el otro aro Cavaliers empezó el partido muy dormido, impreciso, perdiendo muchos balones, así en pocos minutos dejaron irse a los Warriors de quince. Las defensas no fueron protagonistas en estos primeros minutos, y esto permitió a los Cavaliers meterse poco a poco en partido, gracias sobre todo a la labor de LeBron y Hill (28-32).
Una reacción mínima ante unos Warriors que dominaron a placer la mayoría de los minutos del segundo cuarto. Durant y Curry empezaron a carburar a base de triples y de nuevo se fueron en el marcador. La defensa de Cavaliers no encontraba su punto, y así los Warriors llegaron al descanso con un claro (46-59), con la sensación de que cuando se lo propusieran romperían el partido en cualquier momento.
El tercer acto fue el mejor para los Cavaliers, y aún así no les valió para meterse en partido. No podía ser de otra manera, Cleveland volvió a la pista tras el descanso con toda la intención de ofrecer su mejor versión. Dos triples de Love bajaron la diferencia hasta ocho puntos (56-63). Una buena reacción en ataque pero Cleveland mantenía sus problemas en defensa y así era imposible. En un cuarto a muchos puntos, y a pesar de los esfuerzos visitantes, los Warriors llegaron con 10 arriba al inicio del último acto (80-90).
Llegábamos al momento clave con los Cavaliers con esperanzas de alguna opción, pero justo en este momento salió a la palestra el Curry más letal anotando triples sin cesar. El base lideró un parcial que mató el encuentro, un 3+1 suyo y un mate de Durant, culminaban un parcial que les ponía 18 arriba y daban el partido por sentenciado. Al final por un claro (103-122).
LeBron James cerró el partido con 29 puntos, 13 asistencias y 9 rebotes, superando a Abdul-Jabbar en la lista de máximos anotadores en la historia de las finales NBA. Love aportó 22 puntos y 10 rebotes, Hill (15 puntos, aunque 12 de ellos en la primera mitad), y Thompson (11 puntos), los mejores en Cavaliers. Calderón jugó en los últimos minutos, con 4 puntos, 2 rebotes y 1 asistencia.
En los Warriors, Curry (33 puntos, 8 asistencias y 7 rebotes, con un 9/17 en triples), Durant (26 puntos con un 71% en tiros de campo, 9 rebotes y 7 asistencias), Thompson (20 puntos con esguince y todo), McGee (12 puntos sin fallo) y Livingston (10 puntos 5 rebotes desde el banco).
Con (2-0) la final viaja al Quicken Loans Arena de Cleveland, donde la madrugada del próximo miércoles hora española, se jugará el tercer partido de la serie. Hay que decir que con un (2-0) solo cuatro equipos en la historia de la finales han logrado remontarlo, pero los Cavaliers se aferrarán a lo del 2016, cuando Cleveland ganó el anillo a Warriors remontando, pero este segundo partido ha sido fatal para los intereses de LeBron y compañia.
photo NBA Media
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