Con la exigencia propia de unos Playoffs por el ascenso, tanto el Zunder Palencia como el Bàsquet Girona tuvieron que emplearse a fondo para poder imponerse a sus rivales en la noche del estreno. Porque tanto el Unicaja Oviedo como el Leyma Coruña ejercieron como dos incómodos rivales ante los que resultó clave el apoyo de las aficiones locales
Partían con un pequeño paso de ventaja sobre sus rivales dada su condición de locales y, ni Zunder Palencia ni Bàsquet Girona, desaprovecharon tan valioso factor en la noche del estreno. Porque ambos equipos supieron tirar del apoyo de las gradas en los momentos más complicados de sendos encuentros en los que Unicaja Banco Oviedo y Leyma Coruña resistieron hasta el final.
Se esperaba que el gran duelo interior entre Marc Gasol y Nick Ward pudiera ser el principal foco de atención en Fontajau en la noche del estreno, pero poco duró la esperanza sobre la pista. Porque las dos tempraneras faltas personales cometidas por el interior del Leyma Coruña pasaron factura a su equipo. Un handicap que obligó a sus compañeros a multiplicarse en tareas defensivas ante el juego interior de un Bàsquet Coruña en el que Karamo Jawara reclamaba una más que merecida dosis de protagonismo. Con ello, el equipo de Jordi Sagartal fue capaz de asumir el mando en el electrónico con pequeñas rentas que invitaban a un optimismo contenido al descanso ante un rival que no cedía terreno pese a los embistes locales (32-29). Pero esa resistencia gallega comenzó a desvanecerse tras el paso por vestuario ante el empuje creciente de un Bàsquet Girona impulsado por las gradas y que sacaba tajada de su juego interior. Con ello, los locales llegaron al tramo final con una cómoda renta que fue más que suficiente a la hora de poder contener los intentos de remontada de Mo Soluade. Especialmente, con la buena mano final de un Marc Gasol que aportó serenidad a la hora de poer certificar el primer punto de la serie (74-66 / 1-0).
Quien tampoco falló fue un Zunder Palencia que fue capaz de superar un irregular inicio de partido en el que el Unicaja Banco Oviedo llegó a gozar de una renta de hasta 15 puntos a su favor. Toda una declaración de intenciones que comenzó a perder su efecto en cuestión de minutos y de la mano de un Dani Rodríguez intratable en la dirección con acciones que iban desgastando poco a poco a los asturianos. Todo un motor de arranque para que el Zunder Palencia pudiera recuperar su camino hasta alcanzar el túnel de vestuarios por delante en el marcador (38-34). Con esta inercia, todo comenzó a ponerse de cara para los intereses de los de Pedro Rivero ante un rival que comenzaba a echar de menos a su estrella Oli Arteaga (baja por lesión) y en el que los impulsos de Jeff Xavier o Kabasele no eran del todo suficientes para poder invertir su suerte. Especialmente ante el empuje desde el triple de un Juan Rubio autor de cuatro triples que dejaron el choque muy a su favor. Pese a ello, los de Natxo Lezkano aguantaron hasta la última jugada donde una canasta de Mou Barro tras rebote ofensivo terminó por dejar la primera victoria en casa (76-71 / 1-0).
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