Este Barça sabe sufrir e iguala la eliminatoria (81-78) [1-1]

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El F.C. Barcelona igualó la eliminatoria tras vencer al Zenit por 81 a 78, en un duelo que fue una auténtica batalla por intensidad y dureza. Los de Saras ponen así el uno a uno en estos playoffs de cuartos de final y viajarán la semana que viene a San Petersburgo con la necesidad de cómo mínimo ganar un partido en tierras rusas

Para este segundo partido Xavi Pascual no pudo contar con Arturas Guaditis lesionado en el primero y Sarunas Jasikevicius dio entrada en el roster azulgrana, al argentino Leandro Bolmaro en lugar de Leo Westermann. Podría buscar Saras en Bolmaro el antídoto de Kevin Pangos, que en el primer partido campó a sus anchas.

Jasikevicius dejó a Pau Gasol en el banquillo (inédito en todo el partido) y en su lugar entró en el quinteto inicial, Pierre Oriola. Con Oriola el nivel defensivo sube enteros en el equipo azulgrana y es todo un maestro en el apartado de los intangibles. La entrada en el primer partido por parte del equipo fue un tanto fría y Saras quería evitar que se repitiera a toda costa.
La primera canasta del partido corrió a cargo de Tarik Black para el equipo ruso, rápidamente contrarrestada por una bandeja a cargo del citado Oriola. Se vio desde el primer momento al equipo azulgrana metido en el partido, con una defensa mucho más intensa. El trabajo de Oriola bajo los aros daba ventaja a los locales (7-6 minuto 4), aunque en cada jugada tanto unos cómo otros tenían que sudar sangre para poder anotar.

Las defensas estaban ganando claramente a los ataques y la igualdad era la tónica en este primer acto (10-10 minuto 7). Este primer cuarto fue lo más parecido a una batalla dentro de la cancha. Los duros contactos y bloqueos entre los jugadores se sucedían constantemente y ahí pareció encontrarse más a gusto el equipo ruso, qué se marchó con ventaja de tres puntos (13-16) al fin de estos primeros diez minutos de partido.

La pírrica anotación en este primer cuarto parecía habernos hecho viajar treinta años atrás a tiempos donde los marcadores raramente pasaban de 70 puntos al final del partido, cómo por ejemplo cuando el Limoges de Maljkovic conquistó la Copa de Europa en el año 1.993.

En el inicio de segundo cuarto, el Barça seguía bastante atascado en ataque e incómodo dentro de la cancha. Calathes no conseguía ser ese distribuidor de juego azulgrana al que nos tiene acostumbrados y eso lo sufría el equipo culé. El juego exterior local prácticamente no existía y sobrevivía gracias a los puntos dentro de la pintura, pero gracias a un triple de Rolands Smits el Barça se ponía por delante 22-21, en el ecuador de este segundo período.

Éste fue el punto de inflexión del conjunto azulgrana qué comenzó a correr y con dos contraataques consecutivos, se marchó con una ventaja de seis puntos. Cómo hiciera en el primer partido, el pívot Brandon Davies se erigió en el faro donde brilló el ataque culé y se marchó al descanso siendo el máximo anotador del partido, con nueve puntos y capturar cuatro rebotes.

Otro triple del letón Rolands Smits, colocó la mayor renta local (nueve puntos) 34 a 25, cuando restaba minuto y medio para marchar a vestuarios. Ventaja que se mantuvo hasta el final de este segundo periodo, que acabó con una canasta de Corey Higgins para dejar el 38 a 29.

Estaba siendo efectivo el trabajo en defensa de Leandro Bolmaro secando a Kevin Pangos. El base no era el mismo del primer partido y en estos primeros veinte minutos anotó tan sólo cuatro puntos.

Comenzó el tercer cuarto con una sucesión de canastas que mantenía la ventaja local adquirida en el primer tiempo. Sin embargo, el Zenit de la mano de un Will Thomas muy batallador volvió a meter a los suyos en el partido (43-39 minuto 25).

En este instante vimos a un Barça atenazado, quizás por la presión que podía suponer una nueva derrota y un doloroso 0 a 2 en la eliminatoria. Tuvo que parar el juego Saras, para intentar cambiar la dinámica de este tercer cuarto, pero no lo consiguió y con una canasta de Baron, los de Xavi Pascual empataban el partido a 46, cuando restaba menos de un minuto para la finalización de este tercer acto. Finalizaría el tercer cuarto con empate a 48 y todo por decidir. Se estaba jugando a lo que quería Pascual, conocedor qué a un ritmo alto y a campo abierto, la calidad de los azulgranas sería muy difícil de contrarrestar por los suyos.

Pasaban los minutos y la igualdad seguía en el marcador. Un triple de Kyle Kuric, lo contrarrestaba Pangos y así entrabamos en los últimos seis minutos de partido con un 55 a 54 y todo muy abierto. La victoria podía caer de cualquiera de los dos lados, el que mejor aguantara la presión, se la llevaría.

Y ahí, volvió a aparecer Brandon Davies qué se erigía en el hombre clave del ataque azulgrana y con ocho puntos consecutivos mantenía por delante a los suyos (63-58 minuto 37). Una técnica a Jasikevicius tras protestar una falta personal pudo ser clave, pero Pangos erró dos de los tres tiros libres de qué dispuso.

A minuto y medio para finalizar el partido, la ventaja culé era de tan sólo dos puntos (66-64). Si quería ganar el partido, debía saber sufrir, y más cuando a falta de cuarenta segundos, Pangos empató el partido a 66. Resultado qué se mantendría hasta el final y el partido se fue a la prórroga. Pangos tuvo el lanzamiento para ganar el partido, pero lo erró.

Comenzó la prorroga con un Zenit envalentonado y gracias a un triple de Hollins, puso en ventaja a los suyos a tres minutos del final (68-71). Los últimos minutos de partido fueron muy emocionantes y ahí el Barça supo sufrir. Hanga tras otro triple, igualaba el marcador a 74 y a falta de cuarenta segundos la ventaja culé era de tan sólo un punto (77-76). Ahí el propio Hanga tras robar un balón en defensa y anotar dos tiros libres hizo la jugada de partido y dio la estocada definitiva al Zenit (81-78).