La segunda victoria europea del Herbalife llegó gracias al gran talento que tienen sus jugadores. Las individualidades en el último cuarto, en el que el conjunto insular firmó 31 puntos, le facilitaron el triunfo ante el Nanterre por 94-82, en el que hasta seis jugadores llegaron a los dobles dígitos en puntos
Los partidos de este Granca 20-21 ya se sabe que van a ser una moneda al aire y una apuesta clara a la capacidad ofensiva. La potencialidad en ataque de este equipo bien podría ir en el compartimento del Enola Gay para arrasar una ciudad entera, pero claro… si el botón de eyección se atasca, comienzan los problemas.
La endeblez protectora del conjunto amarillo es más patente que en años anteriores y ya son muchos los que añoran el rigor defensivo que implantaron entrenadores como Pedro Martínez o Luis Casimiro en esta casa. Eso sí, al menos la soltura con la que se mueven en el aro contrario sí que es algo sello Fisac.
Con esta nueva idiosincracia del Herbalife, los parciales tanto a favor como en contra son una auténtica ruleta rusa. Si ante el Nanterre comenzó perdiendo por 11-21 en apenas seis minutos después de que volviera a elevarse un balón con aroma europeo al techo del Arena dos temporadas después -tres si contamos solamente la Eurocup-, también tuvo la capacidad de reaccionar a la llamada de atención del técnico segoviano sin pestañear.
En los tres minutos y medio que restaban de cuarto, el Granca se puso las pilas y dobló su cuantía de puntos hasta el 22-24 con el que se finalizó el periodo. Sobre todo gracias al cambio de cromos en la pintura, dando entrada a Costello en detrimento de un Wiley superado por el jóven Alpha Kaba.
Con el de Michigan en pista y la amenaza exterior fluyó con mayor soltura el balón. Esa especie de showtime que implanta Fisac en sus equipos con continuos correcalles es lo que más contento le pone y más aún si entra la pelotita.
Ocho puntos en un abrir y cerrar de ojos para Gladiator y el marcador se igualó en la primera jugada del segundo cuarto. Pero todavía quedaban asignaturas que solventar por el camino. El primero, y uno de los más graves esta temporada, reside en el acierto exterior. A pesar de contar con buenos tiradores, el Granca se sitúa en estos cuatro partidos disputados en un escaso 32% y en los quince primeros minutos frente al Nanterre solo había anotado un triple de ocho intentos (12%). Con este balance, mayor sacrificio para llevarse el encuentro.
Un parcial 2-9 a favor de los parisinos abrió una pequeña brecha en el marcador (28-35) y los escasos testigos que pudieron volver a entrar en el Gran Canaria Arena -miembros del club y medios de comunicación- conocieron a Damien Bouquet. El alero, encadenó siete puntos, con un triple y dos transiciones tras pérdidas amarillas que inquietaron al técnico claretiano.
El encuentro entró en un terreno fangoso. Los balones sin dueño quisieron su dosis de protagonismo y el tanteador se congeló. Nada de rachas continuas, el frío y por momentos algunos síntomas de parsimonia se apoderaban de la segunda edición de la película europea del Grupo D. Carnaza de bloopers -fallos- en los que los zappings de la Eurocup se relamían con tanta jugada absurda.
Se llegó al descanso con el tanteador de nuevo ajustado después de que el Nanterre estuviera más de tres minuto sin ver aro en el tramo final del segundo cuarto
Para mejor muestra del sindiós que se perpetraba en la pista lo firmaron Chris Warren y Ivan Fevrier cuando el americano le lanzó un alley-oop al contraataque que pensó que su compañero debía ser Sergey Bubka y podía coger el balón a cinco metros… muy cómico.
Entre tanto vaivén se llegó al descanso con el tanteador de nuevo ajustado después de que el Nanterre estuviera más de tres minuto sin ver aro en el tramo final del segundo cuarto. 38-40 y Matt Costello sobresaliendo entre todos los jugadores con 19 de valoración: 8 puntos, 7 rebotes y 2 tapones en una mitad de juego. Imperial Gladiator.
Vuelta a la tortilla
Charla técnica, arenga, tirón de orejas, tranquilidad en el discurso, cualquier variante pudo haber utilizado Fisac en el vestuario para dirigirse a sus hombres, que surtió efecto en los primeros compases del tercer cuarto para ser capaces de coger la delantera de nuevo desde el 8-7 que puso Okoye en el primer periodo. John Shurna con cuatro puntos seguidos, más un triple de Beirán elevaron la máxima claretiana hasta el 48-44. Lo de los arreones de calidad y esas cosas que tiene este equipo…
Pero con la misma que le van las cosas bien en ataque, las fisuras defensivas pueden aparecer en cualquier momento. El yo-yo anímico del Granca espera detrás de la esquina y te da el susto cuando menos se espera. Buh! Parcial 0-10 para el equipo verde y la ventaja insular esfumada en menos que canta un gallo.
El abanico de opciones de Fisac empezó a airearse sobre la alta temperatura que se notaba en el pabellón a pesar de la falta de público. En tiempo de covid cualquier ahorro en este club puede llegar desde los rincones más insospechados. Su útlima variante pasó por darle las riendas del equipo a Jean Montero.
La juventud del dominicano le hizo pasar malos ratos en cancha y lo único que pudo aportar a sus compañeros fueron dos pérdidas y una asistencia. Poco duró el experimento del entrenador segoviano y con un cuarto por disputar se llegó con el 63-65 en el luminoso después de dos jugadas que explican a la perfección a este equipo. Ferrari transformó un triple a falta de seis segundo con el que encarar el último periodo por delante, pero la dejadez en defensa permitió que Warren metiera un lanzamiento in extremis desde más allá del 6,75 y volver a coger la delantera. Bien en ataque, una madre en defensa.
Si el tiro exterior brilló por su ausencia en la primera mitad, el arranque de la última escena fue turno para los triplazos -seguidos de los dos últimos-. Cuatro seguidos, dos para cada uno de los equipos, con dos para Stan the Man conectaron a los presentes en la cancha.
Decibelios desde el banquillo amarillo para celebrar el buen momento del equipo. Primero el reconocimiento se lo llevó Wiley por lanzarse a por un balón a la madera del Arena y el segundo para Ferrari después de un contraataque llevado a las mil maravillas que ponía el 82-73 con el que Donnadieu paraba el vendaval claretiano.
Poco le duró la reprimenda al técnico galo a los suyos, ya que un minuto después (a tres del final) volvió a pedir otro tiempo muerto tras un triple de Costello y un vuelo sin motor de Wiley con el que llevar el 87-73 y la máxima de +14 al Granca. Ya olía a segunda victoria del Herbalife en Europa.
Al final todos se unieron a la fiesta y con los buenos momentos que tuvieron las individualidades amarillas llegaron seis jugadores a los dobles dígitos. Buenas sensaciones finales para los locales, que se ponen líderes del grupo y Fisac puede estar contento con el último cuarto de su equipo, que será la versión que quiere ver durante la temporada para poder alcanzar sus objetivos.
fuente: laprovincia.es
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