Randolph decide con un palmeo en el último segundo (98-96)

No decepcionó un duelo que los números decían que iba a ser de puntuación alta. Y que no se decidió hasta que sonó la bocina con un palmeo de Randolph, que sentenció un duelo igualado, ofensivo y emocionante. Los blancos tuvieron que remontar en un par de ocasiones en un partido donde sobresalió Ayón con un doble-doble (20 puntos, 12 rebotes para 31 de valoración). El Real Madrid, cabeza de serie para el sorteo de Copa

Movió bien el balón el Madrid en el inicio, encontraba tiros abiertos y eso siempre es garantía de éxito. Pero eso no amedrentó a Tecnyconta Zaragoza, cómodo en el intercambio de golpes. Sin fallo en los tres primeros minutos para los blancos, con Ayón muy activo tanto en ataque (11 puntos) como en el rebote (4). El ritmo ofensivo era alto y ahí los visitantes se sentían bien, con Okoye y Seibutis anotando. En el tramo final del cuarto se uniría el excanterano madridista Barreiro. Ocho de ventaja llegaron a tener los aragoneses pero Causeur robó el balón a falta de tres segundos para redondear un cuarto con 11 puntos e igualar el partido (31-31).

Desventaja y remontada
De la igualada se pasó nuevamente a la ventaja visitante, que llegó a ser de +9 (39-48) tras un 2-12 de parcial, con un Berhanemeskel que se iba a los ocho puntos. Zaragoza dominaba el rebote ofensivo, con Radovic a la cabeza, mientras Thompkins y Rudy eran los únicos que veían aro. El relevo lo tomaría un Randolph vital en los dos minutos finales con siete puntos. La remontada la redondeó Llull con un triple en los últimos segundos de una primera mitad donde la intensidad defensiva brilló por su ausencia (53-52).

El acierto en ataque no desapareció, ni para unos ni para otros. Zaragoza encontraba diferentes opciones para anotar, en un cuarto muy repartido en puntos para los suyos. Por el Madrid hubo alternancia entre Reyes (4) y Ayón, que seguía imparable en la pintura (8) y a estas alturas ya había firmado un doble-doble. Los blancos intentaron despegarse pero sin pasar de los cinco puntos y los de Fisac volvieron a igualar un partido que Llull con una bandeja dejó en 76-74.

Locura final
Era un duelo ofensivo y lo siguió siendo porque nadie bajó la efectividad en ataque. Yusta por un lado, Okoye por el otro y el incombustible Ayón por momentos. Pero fue Seibutis el que puso primero en ventaja (85-89) y después igualando el choque a falta de 33 segundos (94-94) el que hizo soñar al Zaragoza. Antes, y por parte local, Randolph lideró la pequeña remontada blanca, dejando la jugada del partido con un mate después de un reverso y atacar la línea de fondo. Llull puso el 96-94; Okoye hizo el 96-96. Quedaban nueve segundos que el menorquín utilizó para recorrer la cancha, sortear rivales, acercarse a canasta y tirar desequilibrado. El balón tocó el aro, el tablero y Randolph, salvador, palmeó cuando la luz roja de final de partido iluminaba la canasta (98-96). Delirio en el WiZink Center.

nota de prensa Real Madrid

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