Alex Renfroe y Sacha Killeya-Jones encabezaron en Miribilla una victoria crucial para el Surne Bilbao Basket sobre el Bàsquet Girona, un triunfo (80-74) con el cual el equipo local detiene una mala racha de ocho derrotas en nueve partidos y se distancia en dos victorias de los puestos de descenso
El experimentado base estadounidense no solo lideró a su equipo en términos estadísticos (20 puntos, 7 asistencias, 7 faltas recibidas y 28 de valoración), sino que también lo rescató cuando quedó atrapado en el segundo cuarto, enfrentando un 0-16 que dejó al equipo 12 puntos abajo (27-39).
Cuando no fue Renfroe, fue el pívot internacional británico (19, 2 tapones y 20) quien impulsó a un equipo que también contó con Melwin Pantzar (11 y 14), el reaparecido Tryggvi Hlinason (12 rebotes, 6 defensivos) y Thijs de Ridder (4 rebotes ofensivos), quien sufrió una herida cerca de un ojo que causó una considerable pérdida de sangre, pero contribuyó con minutos valiosos.
Del lado del Girona, al cual el Surne se acerca a una victoria, destacaron especialmente el pívot húngaro Gyorgy Goloman (13, 6, 3 tapones y 21), el argentino Juani Marcos (16, 5, 5 asistencias y 18) y el nigeriano Ike Iroegbu (17), quien realizó varias canastas de gran calidad. Sin embargo, el desacierto notable después del descanso afectó considerablemente a los dirigidos por Salva Camps.
El Surne comenzó de manera sólida con un triple inicial de Rabaseda y siete puntos de Killeya-Jones dominando la zona visitante (11-7). Sin embargo, el Girona reaccionó impulsado por Iroegbu y el trabajo de Sergi Martínez, colocándose en una ocasión por delante en el primer cuarto (11-13).
Los locales retomaron el control y Kullamae estableció el 22-17 con el cual concluyeron los primeros diez minutos, repitiendo la máxima diferencia del equipo hasta ese momento (20-15).
El segundo cuarto comenzó de manera similar (27-23), pero el equipo visitante apretó en defensa y los dirigidos por Jaume Ponsarnau parecieron colapsar, encajando un 0-16 en seis minutos que amenazó con expulsarlos del partido. Se vieron 12 puntos abajo ante un rival que los tenía controlados y además los castigaba (27-39).
Un acto de orgullo de Renfroe, quien atacó repetidamente hacia la canasta, redujo la desventaja de su equipo al descanso (34-40). El Girona mantuvo la iniciativa al inicio del tercer cuarto (41-49), pero los dirigidos por Salva Camp repitieron el bache de sus rivales en el cuarto anterior y estuvieron cinco minutos sin anotar, en los cuales recibieron un parcial de 13-0 que volvió a darle ventaja a los locales (54-48).
Un triple de Juani Marcos frenó la hemorragia (54-51) y, aunque los locales seguían liderando en el marcador, el juego se volvió muy parejo al final del tercer cuarto (58-56) y al comienzo del último.
El Surne pareció escaparse definitivamente a mediados de esos últimos cinco minutos después de un 2+1 de Renfroe, pero dos triples de Marcos, muy afortunados, y Pons negaron la fuga a los bilbaínos.
Hasta ahí llegaron los visitantes, quienes no pudieron detener a los interiores locales en los últimos minutos, aunque no se rindieron ni siquiera cuando Killeya-Jones puso el 80-73 a 10 segundos del final con una clavada impresionante de espaldas y de concurso.
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