En un gran encuentro coral en el que la Selección fue de menos a más, los jugadores de Dani Miret fueron capaces de anular por completo a una Selección de Rusia a la que atacaron desde la defensa. Un encuentro con el que asegurar una nueva medalla y que permitirá a España luchar mañana sábado por la medalla de oro ante el ganador del Italia – Francia (21:00h – Teledeporte)
Ni el cansancio que suponía el haber disputado una prórroga en su último encuentro ni la exigencia mental de los dos últimos asaltos pudieron restar ni un ápice de competitividad a una Selección Española que saltó a la pista dispuesta a morder a su rival para lograr la clasificación para la final del Europeo.
Todo ello tras un encuentro que auguraba que no iba a ser sencillo pero en el que España supo imponer su estilo ante una Rusia que trataba de imponer desde el inicio los centímetros de sus hombres altos. Trabajaba nuestro rival en posiciones cercanas al aro pero un buen posicionamiento defensivo de los jugadores de Dani Miret unido al buen trabajo realizado bajo los aros permitió a la Selección Española ya no solo el contener a su rival sino también el poder tomar la delantera en el marcador (6-8). Las rápidas transiciones del equipo nacional entregaban a España la posibilidad de ampliar las rentas pero, con la exigencia propia de una semifinal, España topaba con la defensa zonal de una Rusia que evitaba así que las diferencias se incrementaran (8-12). Trataron de romper los jugadores españoles en el tramo final del primer cuarto pero Rusia se resistió a través de un 2+1 que obligó a Juan Nuñez a buscar la excelencia para poder mantener a España por delante al final del primer cuarto (15-21). Poco cambiaron las cosas tras el primer entreacto con la Selección Española manteniéndose firme en defensa y su rival haciendo lo propio bajo su propio aro. Con ello, los de Miret mantuvieron en todo momento las diferencias en torno a los 4-5 puntos para poder llegar a mitad del periodo con una ligera tranquilidad que permitió un último paso al frente antes del bocinazo (30-44).
Con todo de cara para sus intereses, la Selección Española supo jugar mejor sus cartas a la vuelta de los vestuarios con un sólido trabajo defensivo reforzado con una excelsa movilidad de balón en ataque. Así, la Selección Española fue abriendo brecha hasta dejar prácticamente dibujado el billete a la final en un gran final de tercer cuarto (47-67). A la búsqueda de la remontada, Rusia optó por el lanzamiento exterior pero la fortuna no estaba de su lado lo que unido al buen trabajo nacional en el rebote terminó de certificar el triunfo español (81-53).
Nota de prensa FEB
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