Los Bulls tuvieron la oportunidad de darle una estocada definitiva a la serie, pero los Celtics sacaron a relucir su mítico orgullo y con un gran partido enfriaron el entusiasmo de unos Chicago que han notado mucho la baja de su timonel Rajon Rondo
Los Celtics optaron durante muchos minutos por jugar con cuatro bajitos. Una apuesta que les salió bien, porque les permitió dominar el tempo y el juego de su rival, que por momentos se desesperó yendo casi siempre un paso por detrás.
Grant y Carter-Williams no eran capaces, ni mínimamente de ocupar el tremendo hueco que ha dejado la baja de Rondo en la dirección, y para colmo de los locales Butler no tuvo en absoluto su día. Esto dio cancha libre a los Celtics, que como ya citamos, aprovecharon las circunstancias para mostrar un juego muy solvente y repartiendo mucho sus acciones ofensivas, con Horford como máximo anotador, con 18 puntos, seguido por Isaiah Thomas, que llegó al partido directamente del funeral por su hermana, y Crowder con 16 cada uno, y Bradley, con 15, 7 rebotes y 7 asistencias. El acierto en el triple, 17 de los Celtics, contra 6 de los Bulls, tampoco ayudó a los locales.
En los Bulls, Wade (18 puntos) intentó tirar del carro, Butler, 14 puntos con malos porcentajes, no tuvo su noche, Lopez (14 puntos) y Mirotic (11 puntos 6 rebotes).
Chicago: Grant (6), Wade (18), Butler (14), Mirotic (11), Robin Lopez (12) –equipo inicial-; Portis (2), Felicio (2), Zipser (10), Morrow (4), Valentine (3), Payne (3) y Carter-Williams (2).
Boston: Thomas (16), Bradley (15), Crowder (16), Green (8), Horford (18) –equipo inicial-; Jerebko (6), Johnson (2), Olynyk (5), Smart (7) y Rozier (11).
Parciales: 15-33, 26-11, 22-32 y 24-28.
United Center de Chicago. 21.923 espectadores.
Photo NBA Media
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