Artem Pustovyi se convierte en la culminación perfecta de la “Escuela de hombres altos de Monbus Obradoiro”

Artem Pustovyi se ha convetido en el jugador más valorado de la historia del Obra (acb Photo / V. Quintana)
Artem Pustovyi se ha convetido en el jugador más valorado de la historia del Obra (acb Photo / V. Quintana)

Hay que comenzar este artículo hablando de lo complicado que es en estos momentos analizar cualquier otra situación deportiva relacionada con Monbus Obradoiro que no hable del fatídico descenso. También somos conscientes de que puede sonar llamativo el hablar de “culminación perfecta” justo la temporada en la que no se ha conseguido el objetivo de permanecer en la ACB.

Lo segundo que toca comentar es que mayoritariamente se juzga que este infortunado resultado final no quiere decir que haya fallado el modelo general y mucho menos en el apartado del mayor exponente de lo que llamamos la “Escuela de hombres altos de Monbus Obradoiro”. La Liga Endesa es una competición muy dura y los equipos de bajo presupuesto viven temporada tras temporada en la cuerda floja. Un descenso es más normal que las exitosas trece temporadas consecutivas que convirtieron al Obra en el club gallego que ostenta el récord de cursos seguidos en la competición.

Por todo esto, aunque resulte hasta triste en este momento, hay que destacar la historia de Monbus Obradoiro y Artem Pustovyi.

El regreso del hijo pródigo

En un equipo como el Obra, que ha vendido sin reparos el concepto de club donde los jugadores evolucionan y progresan a base de trabajo, es poco habitual que los jugadores retornen a la cancha del Fontes do Sar. Solo los casos de Alberto Corbacho y Kostas Vasileiadis permanecen en la memoria. El caso de Artem Pustovyi es algo único, siendo el pívot que ha regresado tras probar las mieles de competiciones como Euroliga, Eurocup y BCL.

Y su retorno ha sido un éxito a pesar del resultado final. Pustovyi ha sido el jugador más valorado con 17’1, el máximo reboteador y taponador con 6’1 y 1’6 respectivamente, así como el segundo máximo anotador con 13’5. No cabe duda que ha sido el líder del equipo junto a Thomas Scrubb, cuyos intangibles igualan sus números, y a Devon Dotson, protagonista claro en el infructuoso sprint final. El mejor anotador fue Jordan Howard, cuyos puntos dieron varias victorias pero que el conjunto total ha tenido menos influencia que los mencionados.

El pívot ucraniano también ha sido decisivo para que Monbus Obradoiro tuviera opciones de permanencia hasta el último minuto, como confirma su MVP del mes de mayo. Sus números en estas tres últimas victorias son de 22’3 créditos de valoración, gracias a sus 11’7 puntos, 8’7 rebotes, 1’3 asistencias y 2’7 tapones.

Artem Pustovyi se ha convertido en el jugador con más valoración histórica del Obra en ACB con 1.459 créditos. Thomas Scrubb fue el primero en arrebatar el otrora inalcanzable récord de Alberto Corbacho (1.415) y se ha quedado en segunda posición con 1.447.

Su evolución en el Obra y el trabajo de Víctor Pérez

El 18 de junio de 2015 los compostelanos fichaban a un gigante ucraniano desconocido para el gran público y para muchos de los profesionales del mundillo. Sus 219 centímetros y su juventud creaban expectativas, además del habitual buen ojo de José Luis Mateo, pero el hecho de haber jugado un solo minuto en el Mundial con su selección y que sus estadísticas fueran buenas, pero no muy destacadas para una liga menor como la ucraniana, llevaban a no esperar un rendimiento inmediato.

En su primera temporada prácticamente no tuvo incidencia, a pesar de algún gran partido como el que precede a este párrafo. Jugó 28 partidos con una media de 13 minutos por partido y fue sustituido por Alek Maric en el tramo final del curso. En verano de 2016 realicé este análisis para Solobasket en relación a Pustovyi: “El ucraniano no tuvo relevancia el año pasado, exceptuando un par de  partidos sueltos, y acabó siendo sustituido por Maric en el tramo final de la temporada. Se espera que avance en su juego para poder estar en pista y aportar su capacidad intimidatoria gracias a sus 2.16. A pesar de tener 24 años aun está muy verde y se espera que sea un jugador de evolución tardía. Se contaba con él como cinco suplente pero su paso por el  preeuropeo  no está siendo demasiado alentador: sólo cinco minutos en uno de los dos partidos jugados por Ucrania.”

Obviamente fue un análisis desacertado. El trabajo con Víctor Pérez dio sus frutos ya esa temporada 16/17 y Pustovyi fue el pívot titular en 22 de los 32 partidos que disputó, con unas medias de 9’3 puntos, 3’3 rebotes, 1’1 tapones y 9’1 de valoración.  Ese verano ya fue el pilar de su selección en el Eurobasket realizando un gran papel y mostrando su evolución a la Europa baloncestística.

https://www.solobasket.com/internacional/artem-pustovyi-la-escuela-obradoiro-llega-al-eurobasket

El jugador que llegó como un niño de 22 años ya era “el hombre” con mayúsculas del Obra para la temporada 17/18. Artem fue el mejor jugador tras un brillantísimo Matt Thomas y sus números subieron hasta 13’8 créditos, 11’1 puntos, 6 rebotes y 1’9 tapones.

En 2018 llegó su fichaje por el Barça, donde nunca logró asentarse a pesar de realizar algunos partidos destacados, y donde disputó la Euroliga, la mejor competición del mundo tras la NBA. Tras tres años en Barcelona con escaso protagonismo, fichó por Gran Canaria y la temporada posterior por UCAM Murcia. Pustovyi estuvo a buen nivel en ambos sitios, jugando Eurocup y BCL, pero con menos impacto del esperado.

https://piratasdelbasket.net/el-retorno-de-artem-pustovyi-esta-siendo-lastrado-por-las-faltas-personales/

Este pasado verano retornaba al Obra y, tras algunos problemas iniciales con las faltas personales como comentábamos en al artículo linkado anteriormente, se ha convertido en su jugador más histórico. Pustovyi acaba esta temporada como el más valorado, máximo reboteador, máximo taponador, el que más canastas de dos ha anotado, el que más mates ha conseguido y el tercero que más puntos ha conseguido en la historia de los compostelanos en ACB hasta el momento.

No cabe duda de que el caso de Artem Pustoyvi es el ejemplo perfecto de la “Escuela de hombres altos de Monbus Obradoiro” y la culminación de un modelo de fichar interiores jóvenes y hacerlos progresar a las órdenes de Moncho Fernández y con el trabajo individual de Víctor Pérez. El descenso no debe empañar el éxito de un modelo que puede que no continúe de ahora en adelante. Estamos seguros de que muchos equipos europeos ven con pena este hecho, ya que gracias al Obra han fichado a jugadores descubiertos y mejoradas por los gallegos como Salah Mejri, Robbie Hummel, Maxi Kleber, Steven Enoch, Laurynas Birutis, Matt Thomas, Kassius Robertson, Eimantas Bendzius y algunos más.

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