Denver Nuggets, campeones de la NBA 2023

Los Denver Nuggets, liderados por Nikola Jokic y Jamal Murray, lograron el primer campeonato de la NBA en la historia de la franquicia al vencer por 4-1 en las Finales a los Miami Heat de Jimmy Butler

Después de casi medio siglo en la liga, los Nuggets, que nunca antes habían llegado a las Finales, alcanzaron la cima de la NBA en una noche memorable en el Ball Arena de Denver. Ante un público extasiado, derrotaron a los Heat por 94-89.

Jokic, quien anotó 28 puntos y capturó 16 rebotes en el quinto partido, fue nombrado el Jugador Más Valioso (MVP) de las Finales. Tuvo una actuación impresionante en los playoffs, rompiendo el récord de triples-dobles con 10 y convirtiéndose en el primer jugador en liderar las estadísticas de puntos, rebotes y asistencias en unas eliminatorias de la NBA.

Aunque los Nuggets ganaron los dos partidos anteriores en Miami y tenían todo listo para celebrar en Denver, el quinto partido resultó ser muy complicado. Los Heat se resistieron en los tres primeros cuartos y solo en el último los Nuggets lograron superar a unos aguerridos Heat que lucharon hasta el final.

El partido fue una batalla intensa, con ataques fallidos, un ritmo lento y sin que ninguno de los equipos pudiera tomar una ventaja clara en el marcador.

Murray contribuyó con 14 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias, mientras que Michael Porter Jr. sumó 16 puntos y 13 rebotes para los Nuggets. Aunque el equipo tuvo un pobre rendimiento en los tiros de tres puntos (5 de 28, 17,9%) y en los tiros libres (13 de 23), dominaron por completo en el rebote (71 contra 50).

En el valiente desempeño de los Heat, a pesar de ser el octavo clasificado en la Conferencia Este, Butler estuvo cerca de protagonizar una increíble hazaña con 13 puntos en el último cuarto y 21 en total. Sin embargo, al final la suerte no estuvo de su lado.

Bam Adebayo anotó 20 puntos y capturó 12 rebotes para los Heat, quienes contaban con Tyler Herro, quien había estado lesionado durante semanas, pero finalmente no jugó.

Al comienzo del partido, los Nuggets mostraron los comprensibles nervios de quien está a punto de hacer historia.

Con cuatro balones perdidos en los primeros dos minutos y medio, los Nuggets empezaron el encuentro con tensión, y los Heat aprovecharon la situación para tomar una ventaja inicial de 0-5.

Los Nuggets tardaron en soltarse, pero una vez que lo hicieron, bajo la dirección de Mike Malone, lograron un parcial de 12-0 y detuvieron el ataque de los Heat, quienes fallaron 10 tiros consecutivos.

una respuesta, Adebayo apareció en escena y tuvo una destacada actuación en el primer cuarto con 14 puntos y 6 rebotes. Aprovechó la ausencia de Jokic, quien tuvo dos faltas en el primer periodo, y dominó en la pintura.

La salida forzada de Jokic permitió la sorpresiva entrada al partido de DeAndre Jordan, quien no había jugado desde la primera ronda de los playoffs contra los Minnesota Timberwolves del Oeste.

Jordan tuvo algunas buenas jugadas contra Adebayo, pero a pesar de eso, los Nuggets terminaron el primer cuarto en desventaja y con problemas en su juego ofensivo (22-24).

No lograron imponer su ritmo, cometieron muchas faltas y la ansiedad de sus jugadores se extendió incluso entre sus inquietos aficionados. Ver a su equipo en desventaja de 10 puntos en el segundo periodo (29-39 a falta de 7:17 para el descanso) frustró aún más a los aficionados, quienes también se mostraban cada vez más enfadados con los árbitros.

A excepción de algunos destellos de Bruce Brown, los locales tuvieron serias dificultades en el ataque y terminaron la primera mitad con un terrible 1 de 15 en tiros de tres puntos y 9 pérdidas de balón.

Por otro lado, los Heat parecían cada vez más convencidos de sus posibilidades. Butler y Lowry tuvieron buenas actuaciones en el segundo periodo, y al llegar al descanso, tenían el partido bajo control gracias a una defensa en zona que causaba muchos problemas a los Nuggets (44-51).

La rotación habitualmente reducida de los Nuggets comenzó a mostrar debilidades, con tres faltas para Aaron Gordon en el descanso y dos para Jokic y Murray.

Seguramente, el descanso no fue una charla fácil en el vestuario de los Nuggets, pero Jokic regresó a la cancha como una fuerza imparable.

Con 8 puntos en cinco minutos, el jugador balcánico tomó el control del equipo. Los Nuggets, con un triple de Murray como golpe final, lograron empatar el partido con mucho tiempo por delante (60-60 y 6:44 en el reloj).

Sin embargo, ese impulso emocional no se tradujo en fuegos artificiales para los Nuggets, ya que el enfrentamiento continuó siendo complicado, lleno de trincheras y obstáculos en cada esquina.

Con más corazón que precisión, Porter Jr. se esforzó al máximo para anotar puntos y, gracias a un triple suyo, los Nuggets tomaron la delantera por primera vez desde el primer periodo.

Sin embargo, un triple providencial de Kyle Lowry llevó a los visitantes a tener una ventaja mínima camino de los últimos 12 minutos (70-71).

Entre Jokic y Murray, los Nuggets vieron una luz en su ataque y lograron una ventaja de +5 que, dado el desarrollo del partido, parecía enorme (81-76 y 6:42 para el final).

Butler parecía sin energías en ese momento, pero luego “resucitó” y sorprendió con 13 puntos consecutivos, incluyendo dos triples fabulosos que colocaron a los Heat al mando del juego con dos minutos por jugar (88-89).

Pero ahí se detuvo la remontada de Miami en un emocionante final.

Brown recuperó el dominio para los Nuggets, Butler perdió un balón en manos de Kentavious Caldwell-Pope y este último anotó dos tiros libres para darle a Denver una ventaja de +3 (92-89) con solo 24.7 segundos por jugar.

El entrenador de Miami, Erik Spoelstra, diseñó una jugada de triple para Butler, pero el tiro no entró y los Nuggets sellaron una jornada que nadie olvidará en Denver.

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