El CSKA endosa la primera derrota azulgrana en el Palau (67-96)

El Barcelona se estrella contra el CSKA Moscú en el Palau (67-96), sufre la primera derrota en casa en la Euroliga y pierden el liderato. Los rusos, que ganaron tras tres partidos perdidos, dominaron desde el segundo cuarto y sellaron el triunfo con diferencias sonrojantes tras la reanudación. Llegaron a mandar de 26 en el tercer cuarto y de más de 30 en el último. La intensidad y la defensa visitante arrollaron a un anfitrión apagado, sin excesivas referencias en ataque ni tensión defensiva

El partido empezó con equilibrio, sin grandes diferencias en el marcador. Un primer periodo de tanteo sin excesivas diferencias que, sin embargo, sirvió para comprobar que el CSKA no estaba dispuesto a ceder su cuarta derrota seguida a domicilio. El Barcelona había encontrado un rival de su talla. De hecho, el segundo cuarto fue letal para el anfitrión. Los azulgranas no encontraban referencias ofensivas ni podían imponer su defensa sobre el conjunto ruso.

El CSKA, por su parte, veía aro con facilidad. Un triple de Strelnekis (28-32, min.14) inició un tímido dominio visitante que fue creciendo a medida que se acercaba el descanso. La racha de Kurbanov desde los 6,75 metros subió la diferencia a más de diez puntos y Hackett la amplió antes de irse a los vestuarios (38-51). No sirvieron de nada los tiempos de Pesic, la presencia de Mirotic ni la garra de Higgins, dispuesto a brillar ante sus ex.

En la reanudación, el Barça no pudo recortar distancia con el cuadro ruso. Mirotic era, prácticamente, la única referencia ofensiva de los culé y no bastó para desmontar la hegemonía visitante. Con un triple estratosférico de James, la diferencia subió a 15 (45-60) y la dinámica continuó durante todo el cuarto. En el minuto 18, el colchón del CSKA ya superaba la veintena. La pizarra de Pesic no encontraba la fórmula para frenar la avalancha (50-76).

Un parcial de 7-0 en el inicio del último cuarto invitaba a soñar al Palau (57-76), pero fue sólo un espejismo. A falta de seis minutos para la bocina, los aficionados empezaron a abandonar las instalaciones. Era un paseo para los rusos, no que no bajaron su intensidad en los compases decisivos.

fuente: marca.com · foto: euroleague media

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