Los amarillos solo aguantaron el talento ofensivo de los rusos durante el primer cuarto
Tras varios partidos repitiendo quinteto, Salva Maldonado introdujo varios cambios, dando entrada a Xavi Rabaseda por Chris Evans y a Kim Tillie por Eulis Báez. Los claretianos, con varios días para preparar el choque ante el Khimki ruso, firmaron una buena salida.
Strawberry, incisivo, firmaba la primera canasta del partido con adicional, y luego Tillie anotaba desde cinco metros en una acción de ‘pick&pop’. No tardó, eso sí, el Khimki en estrenar su casillero. Y rápidamente fueron capaces de establecer el tempo del partido y moverse con relativa comodidad. Los de Bartzokas volaban sobre la pista aprovechando las pérdidas amarillas y su superioridad en el rebote. Los claretianos se mantenían en la lucha con buen acierto en el tiro (12-12, minuto 6) liderados por un activo Pasecniks.
Las transiciones empezaron a condenar a los claretianos pasados el ecuador del primer acto. Un parcial de 9-0 disparaba a los moscovitas, anotando sobre todo en acciones rápidas con un Malcolm Thomas muy superior a Ondrej Balvin. El conjunto isleño, antes de que se cerrara el primer acto, fue capaz de apretar el resultado en el luminoso con un triple de Eriksson y dos tiros libres de Oliver (25-21).
Con 25 puntos encajados en la primera escena de partido, y un Alexey Shved inspirado y cómodo, el Herbalife Gran Canaria iba a estar obligado a encontrar la manera de secar al conjunto ruso. Pero no hubo manera. Shved, que al descanso ya firmaba 16 puntos y 5 asistencias, clavaba un triple (35-25, minuto 15) que disparaba la diferencia hasta los dobles dígitos.
El Herbalife Gran Canaria lo pasó mal para sumar en este segundo cuarto. Atascados en ataque, era imposible evitar que la brecha se fuera haciendo cada vez más grande. El Khimki volaba sobre el parqué y, sin tener un acierto especialmente brillante, iba abriendo poco a poco la distancia. El acierto exterior -ocho triples rusos en el primer tiempo, por dos grancanarios- ayudaban al bloque de Bartzokas a obtener una cómoda ventaja al descanso (49-33).
QUERER Y NO PODER
Buscaba su primer triunfo del curso en la Turkish Airlines EuroLeague un Khimki que había sufrido un cruel desenlace en dos jornadas, cayendo en los últimos segundos en choques que tenía, virtualmente, ganados. Quizá esa ansiedad generada por la necesidad afectó al cuadro ruso en el arranque del tercer acto.
El Herbalife Gran Canaria firmó un parcial de 0-4 de arranque en minuto y medio y Bartzokas paraba el choque (49-37, minuto 22) para intentar activar a los suyos. Y lo cierto es que, aunque lo consiguió en el resultado, no tanto en el juego. Porque el Khimki siguió perdiendo balón tras balón, pero los isleños eran incapaces de aprovechar. Malas transiciones y, poco a poco, el conjunto ruso fue recuperando terreno. Un triple de Báez (59-45, minuto 26) amagaba con significar algo de competitividad por el lado isleño, pero Shved rápidamente se iba a encargar de matar el encuentro.
El ruso, el gran MVP del encuentro, exhibió su liderazgo y castigó los numerosos errores amarillos en el tercer cuarto. Un parcial de 8-0 disparaba a los locales, liderados por el escolta ruso muy bien escoltado por el ala-pívot norteamericano Anthony Gill, que no encontró oposición en toda la noche. A falta de un cuarto, el partido estaba decidido (77-53).
Los claretianos, en el último cuarto, carecieron de ideas para mejorar el rendimiento y el resultado final. Luke Fischer contó con minutos en el arranque del acto. La diferencia, que rondó la treintena durante varios minutos, se quedó en 15 puntos. El pívot armenio firmó buenos minutos y fue protagonista en un parcial de 0-14 que ayudó a los isleños a maquillar el resultado final (87-72).
nota de prensa Herbalife Gran Canaria · Foto: euroleague media
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