Unicaja Málaga sometió a UCAM Murcia en un enfrentamiento donde los universitarios, visiblemente afectados físicamente y desfavorecidos en el desarrollo del juego, sufrieron una derrota ante los andaluces con un marcador de 65-88
La posibilidad matemática de asegurar un lugar en la Copa del Rey estaba al alcance del UCAM Murcia si lograba vencer a Unicaja Málaga. Sin embargo, los andaluces no estaban dispuestos a ceder terreno fácilmente. Con una actuación magistral de Kendrick Perry despedazando la defensa universitaria, aunque Kurucs y Sleva mantuvieron a los murcianos en la contienda. La potencia en el juego de los visitantes les permitió controlar el ataque hasta que Sito detuvo el juego con un tiempo muerto.
En un intento por enderezar el rumbo, los locales intensificaron sus esfuerzos. Sant-Roos marcó la pauta y Diagne mostró mayor actividad en la zona pintada. Sin embargo, esto no fue suficiente para detener a Unicaja. Con la combinación de la baja eficacia de UCAM en el primer cuarto y la sólida defensa andaluza, el resultado fue un marcador de 11-20 al final del primer cuarto.
En el segundo cuarto, Unicaja tomó el control y se perfiló como candidato para llevarse la victoria. Sumado a esto, un arbitraje cuestionable llevó el partido hacia un mayor acierto de Unicaja y dejó a un UCAM incómodo, incapaz de concluir jugadas y de competir eficazmente en los rebotes. Diagne se mostró visiblemente fatigado y afectado físicamente, mientras que Ennis no estuvo a la altura de su rendimiento habitual. Esto se tradujo en una desventaja de 27-44 al descanso.
Hakanson inició el tercer cuarto con una muñeca caliente, acercando a UCAM a -14. Aunque la diferencia era considerable, generó un destello de esperanza en un UCAM que confió en el sueco para aportar minutos valiosos y provocar faltas en la zona pintada. Sin embargo, Unicaja no disminuyó la intensidad y continuó con su festín ofensivo, con una puntuación bien distribuida y Perry desatado en la cancha murciana, llegando a un marcador de 45-69.
En el último cuarto, UCAM tuvo pocas opciones frente a la clara superioridad de su oponente. Sito se vio obligado a detener el juego nuevamente, ya que los malagueños aceleraron su rendimiento a mitad del cuarto final. Con Caupain liderando y dirigiendo al equipo, la ejecución de los sistemas de juego tuvo un impulso adicional. El base mostró descaro en ataque y solidez en defensa, mientras que Unicaja solo tuvo que esperar el pitido final para llevarse la victoria con un marcador final de 65-88.
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