Elecciones del Draft que cambiaron la liga (o no): 1997-2017

Ya sabemos que los Phoenix Suns han ganado la lotería del Draft y, en consecuencia, la franquicia de Arizona elegirá en primer lugar en 2018. También conocemos las informaciones que apuntan a que el elegido será Ayton o Doncic y, que aquel que no elijan los Suns acabará en Sacramento, con la camiseta de los Kings

El rendimiento de los escogidos será analizado con lupa durante la próxima temporada, aunque puede que les veamos antes virtualmente, o al menos a sus avatares, en la liga de eSports que NBA y Take-Two Interactive, editora de NBA 2K, organizan y que dio el pistoletazo de salida el pasado 1 de mayo; un estreno que confirma que la evolución de los eSports se demuestra imparable. Solo el tiempo confirmará el criterio de los analistas y ojeadores de los equipos; lo que sí podemos hacer ya es echar la vista atrás para repasar las elecciones del Draft de los últimos 20 años (y algunas de sus consecuencias).

1997 – 2001

Empezamos nuestro repaso con una leyenda de la liga: Tim Duncan. En 1997, San Antonio Spurs se decidió por Duncan, y el jugador respondió convirtiéndose en el Rookie del año 1997-1998, participando 15 veces en el All-Star, conquistando el MVP en dos ocasiones… Y para el final dejamos sus cinco anillos de campeón. Y había algunos que preferían a Keith Van Horn…

Fuente: Youtube

Un año después, en 1998, los Clippers se decantaban por Michael Olowokandi. “Kandi Man” volvió de Italia ligeramente fuera de forma para jugar su temporada de debut (coincidió con el lockout). Lesiones, unos números carentes de toda regularidad y la fama de ser “talentoso, pero imposible de entrenar” (en palabras de Kareem Abdul-Jabbar) le llevaron a concluir su carrera tras nueve temporadas. Fue una elección especialmente dolorosa para los Clippers, ya que en primera ronda estaban Antawn Jamison, Vince Carter, Dirk Nowitzki y Paul Pierce.

En 1999 le llegó la oportunidad de elegir en 1.ª posición a los Chicago Bulls, y se decantaron por Elton Brand. Tras promediar 20,1 puntos y 10,0 rebotes por partido en su primera temporada, compartió el honor de ser el Rookie del año con Steve Francis, de los Rockets. Dos temporadas después, pasó a los Clippers, donde fue dos veces All-Star y jugó siete temporadas con 20,3 puntos y 10,3 rebotes de media.

Contra todo pronóstico (partían como cuartos por la cola), los Nets ganaron la lotería del Draft en el año 2000, privilegio que usaron para escoger a Kenyon Martin. En sus primeras cuatro temporadas, Martin llegó a los playoffs con los Nets y jugó dos finales (perdidas contra Lakers y Spurs). Solo disputó un All-Star, pero, a lo largo de 15 años de carrera, su rendimiento fue estable posicionándose un como gran jugador del equipo.

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Los Wizards tuvieron la oportunidad de elegir a Pau Gasol en 2001, pero Michael Jordan optó por contar con Kwame Brown, una decisión que solo benefició a Brown (acumuló más de 60 millones de dólares en ganancias durante toda su carrera). No fue la mejor jugada de Jordan…

 

2002 – 2006

Yao Ming llegó a la NBA en 2002, rodeado de un sobredimensionado despliegue mediático, fruto de su popularidad en su China natal. Durante sus tres primeras temporadas, su evolución parecía imparable, lo que le auguraba un futuro prometedor en los Rockets. Y entonces empezaron las lesiones de tobillo y pie, justo cuando tenía la oportunidad de formar un dúo imparable con Tracy McGrady… Ming acabó con 19 puntos, 9,2 rebotes y 1,9 tapones en sus estadísticas, a lo que hay que sumar sus ocho apariciones en el All-Star.

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A veces, las decisiones son sencillas. Con un 22,5 % de probabilidades de conseguir la primera elección en la lotería de 2003, los Cavaliers ganaron el sorteo y se llevaron a LeBron James a Cleveland. Estamos hablando de LeBron, así que no hay mucho más que añadir…

Orlando escogió a Dwight Howard en 2004, y éste respondió con seis All-Star en sus primeras ocho temporadas con los Magic y ganando tres años consecutivos el premio a Mejor jugador defensivo del año (2008 – 2011). Su relación con Van Gundy motivó su traspaso a lo Lakers en 2012, donde las lesiones, su estado de forma y ciertos problemas de actitud le impidieron recuperar sus registros anteriores y fue traspasado a los Hornets.

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Los Bucks se quedaron con el australiano Andrew Bogut en 2005. Bogut comenzó con fuerza, pero, tras tres años de progresión constante, las lesiones, principalmente de espalda, frenaron su carrera. A pesar de los altibajos, mantuvo su efectividad en la pista, destacando en 2010 con 15,9 puntos por partido, 10,2 rebotes y 2,5 tapones. Llegó a ganar el campeonato con los Warriors en 2015, poco antes de volver a la liga australiana.

Andrea Bargnani acabó en Toronto en 2006. Los Raptors llegaron a verle anotar una media de 21,4 puntos por partido, en su mejor momento anotador, pero su rendimiento defensivo no estaba a la altura. Tras jugar con los Nets en 2015, decidió regresar al viejo continente.

 

2007 – 2011

El caso de Greg Oden fue de auténtica fatalidad. Los Blazers lo escogieron en 2007, pero no pudo debutar hasta 2008-2009 debido a una microfractura en su rodilla derecha. A esta le siguieron otras bajas médicas que lo dejaron en el dique seco hasta la temporada 2013-2014, cuando regresó con los Heat, aunque tampoco logró acumular minutos en Miami. Y mientras, Kevin Durant se convertía en una estrella de primer orden…

Casi sin opciones (1,7 %), los Bulls volvieron a ganar la lotería en 2008 y escogieron a Derrick Rose. All-Star en tres de sus cuatro primeras temporadas, se hizo con el MVP en la 2010-2011, tras llevar a los Bulls a un récord histórico de 62-20. A partir de ahí, la decadencia: solo jugó 39 partidos en la siguiente temporada regular y una lesión en su ligamento cruzado anterior hizo que se perdiera la de 2012-2013. Nunca ha vuelto a ser el mismo.

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Blake Griffin acabó en los Clippers en 2009. Las alarmas volvieron a saltar al lesionarse en la pretemporada, pero Griffin regresó con fuerza en la de 2010-2011 para ganar el Rookie del año y, desde entonces, firmó cinco All-Star en siete temporadas. Ahora milita en Detroit, pero nadie en los Clippers duda de que fue una buena decisión.

Washington recibió a John Wall en 2010 y el tiempo les ha dado la razón: el jugador ha explotado y promediado 19,9 puntos, 9,9 asistencias, 4,4 rebotes y 1,8 robos por partido. Junto con Bradley Beal, será una pieza clave en la configuración del equipo para 2018-2019, después de que los Wizards cayesen muy pronto en los playoffs de este año.

Es difícil discutir una elección que tuvo como consecuencia el tiro ganador de la final de 2016 y el primer título para Cleveland desde 1964. Kyrie Irving se incorporó a los Cavs en 2011 y, junto a LeBron James y Kevin Love, disparó sus números hasta los 22,4 puntos y 5,3 asistencias por partido en las tres temporadas en las que formó parte del “Big Three”.

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Tras su traspaso a los Celtics y la incorporación al sistema de Brad Stevens, Irving ganó en protagonismo y presencia, pero una lesión lo dejó fuera de combate esta temporada. Solo tiene 26 años, así que tiene carrera por delante para recuperar el tiempo perdido.

 

2012 – 2017

Con cinco participaciones en el All-Star, 23,4 puntos, 10,3 rebotes y 2,4 tapones por partido, Anthony Davis ha demostrado estar a la altura de las expectativas que los Hornets (ahora Pelicans) pusieron en él en 2012. Davis está llamado a ser una de las grandes estrellas de la liga, pero su rendimiento va a depender del equipo que logren construir a su alrededor.

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¿Qué salió mal con Anthony Bennett? La elección de los Cavs en 2013 no consiguió rentabilizar su potencial ofensivo, ni mejorar en defensa, fruto, según comentan, de una ética de trabajo que dejaba mucho que desear… De su carrera, podemos destacar que formó parte del traspaso Kevin Love-Andrew Wiggins en 2014.

Con menos de un 2 % de opciones, los Cleveland Cavaliers volvieron a ganar la lotería en 2014 y escogieron a Andrew Wiggins en primer lugar. Con LeBron de vuelta al equipo, Wiggins formó parte del acuerdo con los Timberwolves para traspasar a Kevin Love. Wiggins ha demostrado ser una amenaza, anota 19,7 puntos por partido, pero, con 23 años, todavía tiene mucho espacio para perfeccionar su juego.

En 2015, con un cuarto de las papeletas en juego, los Timberwolves escogieron a Karl-Anthony Towns, y todo apunta a que eligieron sabiamente. Rookie del año en la temporada 2015-2016 y con 21,3 puntos y 12,3 rebotes la temporada pasada, está llamado a ser un All-Star más pronto que tarde. Su potencial parece no tener límites, pero todavía tiene mucho por demostrar.

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Ben Simmons se hizo esperar (se perdió el primer año por una lesión en el pie), pero en su estreno en la liga demostró que los 76ers no se habían equivocado al elegirle. El australiano promedió 15,8 puntos, 8,2 asistencias y 8,1 rebotes por encuentro, ayudando a llevar a Philadelphia a los playoffs, algo que no sucedía desde 2012. Junto con Joel Embiid forma el pilar sobre el que debería sostenerse el equipo en los próximos años.

Y este artículo se cierra con Markelle Fultz, escogido por los Celtics, pero que acabó en los Sixers a cambio del n.º 3 y una futura primera ronda. Fultz solo jugó 14 partidos como novato antes de que una lesión de hombro haya levantado dudas sobre posibles cambios en su mecánica de tiro. Aun así, tiene sobrado potencial para retornar a la cancha y convertirse en superestrella.

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