Francia sabía que para vencer a los campeones del mundo, Alemania, y asegurarse un lugar en la final olímpica por la medalla de oro, era imprescindible detener a Dennis Schroder y Franz Wagner. Y lo consiguieron: Misión cumplida
La defensa francesa fue implacable y logró contener a las dos estrellas alemanas, asegurando una victoria por 73-69 en las semifinales, lo que les garantiza al menos una medalla de plata, la cuarta en su historial.
El entrenador Vincent Collet había enfatizado durante semanas que la clave para alcanzar el podio era mantener la mejor defensa del torneo.
Francia desarticuló el ritmo de juego de los alemanes, mermó su confianza y detuvo a la imponente máquina que había acumulado 13 victorias consecutivas en grandes torneos de la FIBA desde la semifinal del EuroBasket 2022.
Schroder, capitán del equipo alemán, terminó con 18 puntos, pero necesitó 18 lanzamientos para conseguirlos. Además, solo logró 4 asistencias, muy por debajo de su promedio de 8.8 por partido. Wagner, por su parte, apenas anotó 10 puntos, después de que en la fase de grupos, él y Schroder, habían sido una pesadilla para los franceses con 26 puntos cada uno. En el segundo cuarto, fundamental para el desarrollo del partido, el dúo de la NBA se quedó sin anotar, lo que permitió a Francia recuperarse tras un comienzo titubeante.
Ese segundo cuarto fue determinante para los franceses, que dejaron a Alemania en solo ocho puntos, la puntuación más baja en un cuarto para los campeones del mundo en estos Juegos Olímpicos. Alemania había comenzado fuerte con 25 puntos en el primer cuarto, pero en ese segundo período, cometieron siete pérdidas de balón, un número considerable si se tiene en cuenta que llegaban al partido con un promedio de solo 10.0 por encuentro en el torneo.
Anteriormente, la peor marca de Alemania en un cuarto había sido 11 puntos en el primer cuarto contra Grecia en los cuartos de final. Sin embargo, en ese partido, Schroder lideró una remontada que dejó el marcador en 65-42 a favor de los campeones del mundo en los últimos tres cuartos.
En cambio, contra Francia, el guion fue muy distinto. Alemania tuvo su mejor desempeño en los primeros 10 minutos, con una ventaja de 25-18, pero luego solo lograron sumar 44 puntos en el resto del partido.
La energía defensiva de Francia, impulsada por el estruendoso apoyo del público en el Bercy Arena, forzó a los alemanes a cometer 15 pérdidas de balón. Les Bleus aprovecharon al máximo esos errores, obteniendo una ventaja de 20-9 en puntos derivados de pérdidas.
Además, Alemania fue limitada a un 40.0 por ciento de aciertos en sus tiros durante todo el encuentro. El entrenador francés, Vincent Collet, demostró tener la fórmula defensiva perfecta.
La actuación defensiva contra Alemania fue una extensión de lo que el equipo de Collet ya había mostrado en los cuartos de final contra Canadá. Francia permitió solo 73 puntos a los canadienses, conocidos por su capacidad anotadora, y los dejó con un bajo 37.9 por ciento de aciertos en tiros.
Un elemento clave en la defensa francesa fue el veterano Nicolas Batum. A sus 35 años, Batum fue fundamental en la victoria sobre Canadá, donde defendió ferozmente a los jugadores más atléticos del equipo americano, y volvió a brillar contra los alemanes.
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