Habían firmado un soberbio primer tiempo en el que llegaron a mandar por 21 puntos pero el empuje del Cafés Candelas les llevó a forzar una prórroga en la que, sin embargo, el mayor acierto visitante llevó al San Pablo Burgos a culminar un 0-2 con el que quedarse a un solo paso de la final. Al otro lado del cuadro, el Unión Financiera Oviedo empató una más que igualada ronda ante un Quesos Cerrato Palencia sin acierto en los momentos claves
Dominaron a placer durante todo el primer tiempo pero sufrieron a lo largo de una segunda parte en la que el Cafés Candelas Breogán extrajo su mejor versión liderado por los triples de un Josep Franch que llegó a forzar la prórroga. Pero el San Pablo Burgos tenía muy claro que quería salir de Lugo con un 0-2 a su favor y entre Mo Soluade y Goran Huskic terminaron por certificar un triunfo con el que soñar.
Al otro lado del cuadro, la más que igualada serie entre Unión Financiera Oviedo y Quesos Cerrato saldó su segundo encuentro con el primer triunfo asturiano para poder viajar a Palencia con un 1-1 que, sin embargo, entregará a los de Sergio García un factor cancha que podría resultar fundamental.
CAFÉS CANDELAS vs S.PABLO BURGOS (79-88 / 0-2)
La prórroga refuerza a un San Pablo Burgos que sueña con la final
Habían disputado un igualado primer encuentro en el que ambos técnicos pudieron extraer importantes conclusiones sobre cómo atacar a su rival y fue por ello que tanto Natxo Lezkano como Diego Epifanio trataron de sacar muy pronto las primeras faltas personales de sus rivales. Con Edu Martínez y Pep Ortega como los primeros “sancionados”, el Cafés Candelas Breogán supo sacar tajada de un inicio de tanteo para colocarse muy pronto por delante en el marcador (8-2). Pero tan pronto como los lucenses lograron esta primera renta llegó la reacción burgalesa con uno de los tiempos muertos más efectivos de la temporada y en el que Diego Epifanio puso las pilas a sus jugadores para que despertaran en el choque. De este modo, el San Pablo Burgos firmó un espectacular parcial de 0-13 jugando a placer y culminado con dos acciones de 2+1 consecutivas a cargo de Álex Barrera y Álex López (8-15). Los visitantes se gustaban sobre la pista y Brandon Brine no tardó en sumarse a la fiesta con un triple que asentó los cimientos para que los visitantes lograran sumamente pronto su máxima diferencia del partido, un total de 21 puntos a dos minutos del descanso con los que lanzar su candidatura al triunfo (24-43). A base de una sólida defensa y una gran generosidad en ataque donde Jorge García solicitaba su dosis de protagonismo, el San Pablo Burgos alcanzó los vestuarios con las mejores sensaciones posibles y un juego que invitaba al optimismo (32-46).
Pero 40 minutos en el Pazo son sumamente largos y más aún cuando en las gradas se dan cita más de 4.300 espectadores dispuestos a llevar a su equipo en volandas. De este modo, y con Salva Arco como abanderado (12p), los celestes redujeron ligeramente las diferencias al comienzo de un tercer periodo en el que a Diego Epifanio le “tocaba” tirar de tiempo muerto para evitar males mayores (43-55). Con los lucenses viviendo sus mejores momentos del partido apareció la figura de Mo Soluade para anotar un triple frontal en una jugada que precedió a su cuarta personal (49-57). Parecía ganar confianza con el paso de los minutos el Cafés Candelas Breogán con un Pep Ortega que luchaba contra viento y marea bajo los aros pero de nuevo un triple de Mo Soluade, en este caso con adicional, suponía un duro golpe para los intereses de los de Natxo Lezkano al final del tercer acto (53-66). Pese a ello volvieron a la carga los gallegos con un parcial de 7-0 al comienzo del último periodo rematado por un triple de un Pep Ortega que obligaba a sus ex a solicitar un nuevo tiempo muerto que puso en pie a las gradas del Pazo (60-66). La defensa zonal daba sus frutos y el parcial se iba hasta el 9-0 aunque el riesgo asumido se tradujo en la cuarta personal de un Ortega fundamental que no bajó los brazos y que contribuyó a que Franch rematara un 16-2 con el que voltear por primera vez el electrónico (69-68). Fue en ese momento cuando Diego Epifanio repitió la historia -por tercera ocasión- con un nuevo tiempo muerto que despertó a un San Pablo Burgos liderado -de nuevo- por un Mo Soluade que anotaba un nuevo triple robando a continuación un balón fundamental (69-73). Pero cuando el partido parecía ganado por parte del cuadro visitante, el base Josep Franch asumió la responsabilidad con dos triples con los que empatar el partido y llevarlo a la prórroga ante la falta de acierto de su rival en la última acción (75-75).
Había hecho Cafés Candelas lo más complicado igualando el encuentro y el apoyo de su afición parecía más que suficiente para poder rematar la faena en una prórroga que comenzó con canasta celeste pero fue en ese momento cuando emergió de nuevo la línea exterior de un San Pablo Burgos que recuperó el acierto de la primera parte para cerrar, a golpe de triple, un valioso punto (79-88 /0-2).
La clave: El acierto exterior logrado durante toda la segunda parte por un Mo Soluade que mantuvo a su equipo por delante cuando más apretaban los locales y que logró un triple y una recuperación que pudieron ser claves a un minuto del final. Su facilidad para contagiar a la línea exterior durante una prórroga en la que Huskic completó su magnífico encuentro fueron más que suficientes para poder cerrar un 0-2 con el que regresar a casa con la sensación del deber cumplido.
UNIÓN FINANCIERA vs QUESOS CERRATO (74-68 / 1-1)
El poderío interior de Barro y Sonseca iguala la serie para Oviedo
Saltaba el cinco inicial del Unión Financiera Oviedo a la pista con Edu Hernández-Sonseca dirigiéndose a las gradas para pedir presión ya desde el mismo salto inicial. Una imagen que parecía querer anticipar el carácter con el que su equipo iba iniciar el partido en una tarde de domingo en la que los ovetenses fueron los principales protagonistas del juego durante sus primeros compases. Con Dani Pérez sumando desde la dirección (4p) y Mouhamed Barro aportando solidez en la pintura, los ovetenses firmaron un buen inicio en el que incluso el pívot madrileño se permitió el lujo de poder pasearse por el perímetro para anotar su primer lanzamiento exterior (13-6). No tardó el técnico visitante Sergio García en parar el partido con su primer tiempo muerto de un encuentro en el que su Quesos Cerrato Palencia pareció experimentar una cierta mejoría tras atender a las explicaciones de su pizarra. Eso sí, para entonces el Unión Financiera Oviedo había logrado ya una cómoda renta con la que se llegó al final del primer cuarto (19-12). Mejoró en defensa el conjunto castellano tras el primer entreacto frenando de este modo el acierto de un Unión Financiera que comenzaba a tener algunos problemas a la hora de anticiparse a las líneas de pase rivales. Con el partido tornando a un choque estático, los de casa vieron como su rival les daba muy pronto caza en un marcador que comenzaba a comprimirse (22-22). Agustí Sans trataba de volver a los orígenes con un triple a tabla desde más allá del 6,75 pero Dani Rodríguez recogió el guarte y no tardó en responder para que el duelo llegara igualado al descanso presagiando un nuevo final de esos a cara o cruz (30-30).
Y así se ratificó con el comienzo de una segunda parte en la que ambos equipos intercambiaron un golpe tras otro desde la media distancia con alguna irrupción concreta desde más allá de un 6.75 en el que Romà Bas probó fortuna para desatascar la sequía inicial (33-35). Con cinco puntos consecutivos, Marc Blanch obligó a Carles Marco a parar el partido y, a partir de ese momento, la historia pareció cambiar para los asturianos (38-42). Mucho más intensos en defensa, los de casa lograron igualar el partido primero decantándolo a su favor temporalmente sobre la bocina de un tercer cuarto cerrado con un certero triple de Hernández-Sonseca (51-47). El lanzamiento del madrileño pareció dar a los suyos el último impulso de un choque en el que Víctor Pérez se sumó a la fiesta exterior invirtiendo definitivamente la suerte de su equipo antes de afrontar unos últimos compases en los que ya todo fue rodado. Al Quesos Cerrato comenzó a temblarle el pulso y la victoria terminó por quedarse en casa para igualar a uno la serie antes de viajar a Palencia (74-68 / 1-1).
La clave: El poderío interior de la pareja formada por Mouhamed Barro y Edu Hernández-Sonseca y que sumó 43 tantos de valoración, prácticamente los mismos que el resto del equipo en conjunto. Un trabajo que llevó a los ovetenses a desarmar desde la pintura a un Quesos Cerrato no falto de acierto desde el perímetro.
Nota de prensa FEB
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