En una batalla para recordar, Maccabi Playtika Tel Aviv se alzó victorioso (93-90) ante Bayern Múnich, desafiando las probabilidades y dejando claro que en el baloncesto, las estadísticas no siempre garantizan el triunfo
La noche estuvo marcada por el fuego imparable de Carsen Edwards, quien escribió su propia página en los libros de récords con un tercer cuarto inolvidable: 26 puntos, incluyendo 8 triples de 10 intentos, en una ráfaga de precisión letal. Bayern parecía tener el control absoluto cuando Edwards aumentó la ventaja a 15 puntos (74-59), pero fue entonces cuando la magia de Maccabi comenzó a tomar forma.
Impulsados por la energía de Rafi Menko, que anotó 10 puntos clave en solo cuatro minutos, Maccabi comenzó a reducir la distancia, transformando lo que parecía una derrota segura en un encuentro dramático.
Jimmy Clark brilló con 20 puntos, mientras que Levi Randolph, con sangre fría, convirtió tiros libres vitales en los últimos segundos. El cambio de momentum fue innegable, y Trevion Williams selló la remontada dando a Maccabi la ventaja (89-87) por primera vez a falta de 26 segundos.
Carsen Edwards tuvo una última oportunidad, pero esta vez no pudo ser el héroe, fallando un tiro decisivo ante la presión defensiva. Randolph, imperturbable, aseguró el marcador con cuatro tiros libres consecutivos (93-90), dejando a Edwards sin opciones cuando intentó un último triple desde media cancha.
Con esta victoria, Maccabi, ubicado en la 16ª posición de la EuroLeague, celebró uno de los triunfos más improbables de la temporada, mientras Bayern ve peligrar su destino en el Play-In.
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