Moncho Fernández, Gonzalo Rodríguez y Víctor Pérez: 300 partidos de historia obradoirista

Todo comenzó en la temporada 2010/11. Y han pasado poco más de diez años desde que los nombres de Moncho Fernández, Gonzalo Rodríguez y Víctor Pérez han quedado unidos en la historia obradoirista

Por el camino, reconstrucción, adaptación, esfuerzo, lucha, un ascenso, constancia, trabajo duro, playoff, victorias para recordar y derrotas para olvidar, compromiso, la Copa del Rey en A Coruña, sufrimiento, fuerza de voluntad, reinventarse, la Supercopa Endesa en Santiago y, en la cuenta, nada más y nada menos que 300 partidos consecutivos en la acb.

Moncho, Víctor y Gonzalo cumplieron el fin de semana 300 partidos disputados juntos en la máxima categoría del baloncesto español, una cifra difícil de encontrar en otros banquillos.

La clave de cumplir 300

El técnico obradoirista explica que si han llegado hasta aquí “es porque hemos ido cumpliendo los objetivos y porque se han ido dando las condiciones para cumplirlos. Nosotros estamos en los focos, pero haber cumplido 300 partidos es gracias a toda la gente que está detrás, que han estado o están ahora a nuestro lado y que siempre han sido fundamentales. Para conseguir algo hace falta que mucha gente esté implicada y dé lo mejor de sí mismo. Y gracias a esto hemos conseguido permanecer 300 partidos en el banquillo del Obra”.

Su ayudante, Gonzalo, concuerda con él: “Significa que cada año cumplimos los objetivos que el club nos propone, tanto deportivos como sociales. En el deporte profesional, cumplir objetivos es clave para mantenerse en un proyecto y hacerlo funcionar. También creo que contar con directivos que conocen el mundo del deporte y que han demostrado paciencia apoyándonos, es clave”.

Víctor destaca que alcanzar esta cifra “nos demuestra la confianza que han puesto en nosotros y la estabilidad de un proyecto. Pocas veces se ha dado la circunstancia de que el mismo cuerpo técnico haya permanecido 300 partidos de forma consecutiva en un mismo club. Ser los tres compostelanos y haberlos cumplido en el Obra, el equipo de nuestra ciudad, creo que lo hace doblemente especial”.

Cifra histórica en una temporada especial

A ninguno de los tres se les escapa que han alcanzado una cifra histórica en una temporada que también será historia para el club, al cumplir su 50 aniversario: “Cumplir los 300 partidos en la temporada del 50 aniversario es algo que me ilusiona muchísimo. Llegamos cuando el club cumplía 40 años, estuvimos presentes en el 45º, y ahora vivimos el 50 aniversario”, confiesa Moncho.

Víctor se acuerda de todo lo que ha pasado el club para llegar hasta aquí: “Todos sabemos que este 50 aniversario es una fecha muy especial para el club por las dificultades que ha tenido que solventar en sus años de historia. Que nosotros hayamos cumplido 300 partidos en este momento también indica que hemos superado muchas dificultades y hemos llegado a una cifra bonita”.

Para Gonzalo, cumplirlos en el 50º aniversario del club tiene un sentimiento especial por su padre: “Cumplirlos en el Obra, siendo mi padre uno de los socios fundadores del club, es un regalo del destino. Gracias a mi padre empecé en el baloncesto y poder compartir con él este aniversario es un regalo. Por otro lado, estuve presente como jugador en el 25 aniversario y participar del 50 aniversario como entrenador hace que me acuerde de aquellas personas que lucharon durante muchos años por mantener vivo a este club, hasta que se hizo justicia”.

Su primer recuerdo

Y de estos diez años juntos… ¿Cuál es el primer recuerdo que se les viene a la mente? Gonzalo recuerda una llamada telefónica con Moncho: “Le llamé porque iba a irme a entrenar a EEUU y necesitaba añadir la suya a una serie de cartas de recomendación que había recopilado. Cuando le llamé para pedirle esta carta, me comentó la posibilidad de unirme a él en este proyecto. Este es mi primer recuerdo”.

Por su parte, Moncho hace memoria y aparece en su mente un momento muy especial: “Mi primer recuerdo con ellos es estando en una cafetería en la calle de La Rosa, enfrente a donde vivía por aquel entonces. Quedamos allí porque me habían ofrecido el puesto de entrenador jefe y hablé con ellos para que fuesen mis ayudantes. Recuerdo perfectamente ese día en esa cafetería”.

Víctor, especialista en recordar fechas y momentos destacados, se le viene a la mente su primer partido, en Illumbe, contra Gipuzkoa: “Pienso en nosotros tres en esa situación. Fue nuestro primer partido y nuestra primera victoria en la Liga. Ganamos 68 a 71 en un partido igualadísimo. Tampoco se me olvida la victoria en casa contra Valencia de esa temporada, ya que significaba que estaríamos un año más en la Liga Endesa”.

Porque si hablamos de momentos, en la cabeza y corazón de los tres entrenadores obradoiristas hay mucho donde escoger. Moncho resalta que es muy difícil quedarse con uno porque “ha habido momentos buenos, duros, pero también difíciles. Tanto en la pista como fuera de ella. Hemos pasado por cosas duras juntos. Y creo que es precisamente lo que destacaría, que las cosas que hemos pasado, las buenas y no tan buenas, las hemos pasado juntos. Nos hemos divertido mucho en las buenas y nos hemos apoyado y trabajado mucho en las malas”.

Gonzalo encuentra su momento destacado en lo simple del día a día: “Creo que, en una relación duradera como la nuestra, el día a día es muy importante. Esas pequeñas rutinas que van formando hábitos de trabajo y de convivencia. Creo que en los equipos de trabajo que rinden bien es fundamental que el día a día sea agradable y constructivo”.

Víctor se obliga a escoger uno entre los muchos que le vienen a la cabeza y destaca que “el día que jugamos la Copa del Rey fue un momento muy especial que vivimos con mucha intensidad. Fue muy bonito vivir ese Miudiño antes de jugar”.

¿Cómo es el cuerpo técnico obradoirista?

Siempre es difícil definirse a uno mismo, pero los técnicos compostelanos lo intentan: “Creo que podría decir que somos trabajadores, pero también muy curiosos. Siendo los tres tan diferentes por nuestras formas de ser, compartimos cosas comunes en baloncesto. Y creo que esto precisamente es lo que nos hace ser mejores, esta polivalencia que nos hace complementarnos”.

Gonzalo coincide 100% en la afirmación de Moncho: “Somos tres entrenadores con formas de ser muy diferentes, pero que en los aspectos básicos de nuestra profesión somos muy coincidentes. Nos respetamos profundamente personal y profesionalmente y tenemos un altísimo grado de compromiso con nuestro trabajo. Creo que nos complementamos muy bien”.

Para Víctor, la definición es la palabra constancia: “Somos de ir día a día, de no desfallecer. Cuando ganas todo es más bonito y te da fuerza para seguir trabajando. Pero, en nuestro caso, las derrotas no nos han impedido seguir siendo constantes. Seguimos creyendo en nuestro proyecto, en nuestra filosofía y nuestro estilo de hacer las cosas”.

Un deseo por los 300 partidos

Y una vez cumplida una cifra histórica, es el momento de pedir un deseo. Moncho es muy directo y piensa en el futuro próximo: “El mío es ver este pabellón lleno de nuevo”. Víctor quiere que se cumplan, mínimo, otros 300 más: “Sea con o sin nosotros en este cuerpo técnico, porque significaría que el Obra sigue muy vivo, que sigue en la máxima categoría y que la ciudad de Santiago seguirá disfrutando muchos años del mejor baloncesto que se puede vivir en Europa”. Gonzalo concuerda con Víctor: “El hecho de que tantas familias disfruten con el equipo cada semana es una gran recompensa a nuestro trabajo. Me gustaría que, estuviera quien estuviera en el banquillo, las gradas del Fontes do Sar siguieran vibrando con el Obra durante muchísimos años más. Pido que el Obra haya sembrado una semilla de entusiasmo por el baloncesto en Santiago y Galicia, y que cada vez haya más niños y niñas practicando nuestro deporte con ilusión, porque los valores que se transmiten en la práctica del deporte son fundamentales para la vida”.

Y ahora continúa su historia en el banquillo del Monbus Obradoiro. Nadie tiene la clave para saber qué va a pasar en el futuro próximo o el futuro lejano. Lo que sí saben es que les espera una temporada histórica en la que el lema “O-B-R-A…Todos Xuntos” estará más presente que nunca.

Nota de prensa Monbus Obradoiro

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