Divertida madrugada de Halloween en la NBA con cuatro partidos en los que destacamos la victoria de Indiana sobre unos pobres Kings y el triunfo de OKC en Milwaukee. Gentileza de fullbasket.es
Empezamos en Milwaukee, donde OKC superó a los Bucks de Antetokounmpo, bien defendido por Roberson y hastiado por las faltas personales -3 llevaba ya en el segundo cuarto-. El heleno acabó, pese a todo, con 28 puntos en su haber (8 desde la línea de tiro libre), aunque no fue capaz de revertir la dinámica del partido. Los Thunder ganaron con claridad un choque que rompieron en el segundo periodo gracias a un parcial de 25-9. Del 31-23 se pasó al 56-32. Los de Kidd se empeñaron en lanzar de tres cuando Antetokounmpo estaba en el banquillo y la falta de acierto fue una losa demasiado grande, hecho que se agrandó aún más por culpa de un Adams imperial en la zona y un Melo fino en el catch&shoot. Westbrook volvió a imponer su ritmo en pista (a una asistencia del triple-doble, 12+10+9). Abrines aportó 6 puntos, si bien es protagonista en pocos sistemas de Donovan, lo que reduce su impacto en ataque.
OKC encontró en Grant a otra pieza clave a nivel defensivo, y es que fue a partir de ahí desde donde cimentaron el triunfo los hombres de Donovan. Posiblemente, por rival y sensaciones, el mejor partido del curso de los Thunder. La segunda mitad no tuvo historia, porque George se encargó de dilapidar cualquier atisbo de remontada. Los Bucks acusaron la noche aciaga de Middleton (3/13) y jugaron los últimos minutos con los menos habituales.
El triunfo de los Pacers ante los Kings no tuvo demasiado misterio, y es que Sacramento ofreció -y ya casi no es una noticia- una imagen muy pobre. Sobre todo a nivel defensivo. Cierto es que Indiana es uno de los equipos que mejor ha comenzado la temporada a nivel ofensivo -3º en eficiencia-, pero los californianos dieron muchas facilidades a Oladipo, Bogdanovic y Sabonis, los mejores en el cuadro local. El 9-0 inicial no fue casualidad, porque de ahí pasaríamos al 17-4 y a un 55-30 al descanso ya definitivo. Ni tan siquiera en el tercer periodo, cuando Indiana bajó sus porcentajes, fue capaz Sacramento de reducir la ventaja.
Randolph, tras una falta personal, mostraba su impotencia tirando la bola al soporte de la canasta. Era el fiel reflejo de la frustración que vive una franquicia que deberá cambiar de rumbo cuánto antes. A nivel estadístico mencionar el alto nivel de Sabonis, que acabó con 12 puntos, 16 rebotes y 5 asistencias. El resumen de su importancia, en este tweet de Gonzalo Vázquez.
Acabamos en Brooklyn, donde los Suns se llevaron un partido que fue lo más parecido a una montaña rusa. Los de Arizona, que no parecen acusar demasiado la ausencia de Bledsoe -el traspaso debería ser inminente-, ganaban 83-65 a mitad del tercer periodo y parecían tener el encuentro controlado, sobre todo porque Brooklyn no estaba atinado en el tiro. Pero apareció Dinwiddie para animar la fiesta y en cuatro minutos el marcador pasó a registrar un 85-85. Empezaba de nuevo el espectáculo en la ciudad neoyorquina, que en este inicio de curso está disfrutando de un juego alegre -1º en PACE, estadística que determina el número de posesiones que juega un equipo por encuentro-. D’Angelo Russell asumió protagonismo en ataque (acabó con 33 puntos), pero su actuación acabaría siendo estéril, porque Warren, Booker y Mike James se unieron para dar un arreón final que decantaría la balanza en favor de Phoenix. Destacamos al ex base de Baskonia, clave en el último periodo y que terminó con 24 puntos (9/16 TC), 5 asistencias y 4 robos.
Photo NBA Media
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