Críticas. Algunas de ellas feroces y llamativas por recibirlas a estas alturas, en el primer partido de la temporada de la competición doméstica. Así se las gasta el entorno culé. Esa sensación de querer quemar y destruir todo tan fácilmente solo lo he visto en el club azulgrana
Puedo llegar a entender que no todo el mundo esté de acuerdo en las decisiones tomadas que se han realizado en la sección. Muchos seguidores culés piensan que este año la plantilla se ha debilitado respecto al curso anterior y que no alcanza para enfrentarse al Real Madrid (para mí la mejor y más extensa plantilla actualmente) o Efes (con Micic, Larkin Clyburn y compañía). Creen que las rescisiones de Calathes y Oriola (pagar por desprenderse de jugadores con contrato tampoco ha agradado), las marchas de Davies, Exum y Smits, son un agujero demasiado grande, que las altas no han tapado. Pero no nos rasguemos las vestiduras. Una plantilla con Mirotic, Higgins, Vesely, Satoransky, Kalinic, Lapprovittola, Sanli, Kuric… tiene el nivel suficiente para aspirar a todo.
La versión de este Barça 3.0 de Saras no ha hecho nada más que comenzar, pero las dos últimas derrotas ante Real Madrid en Supercopa y Gran Canaria en ACB han generado un revuelo impropio de estas fechas. Con seis incorporaciones este año, sólo nueve entrenos con la plantilla al completo, muchos jugadores que han llegado cansados del Europeo, la lesión de Mirotic, son muchos handicaps a tener en cuenta. Con todo eso, los blaugranas pudieron llevarse la Supercopa ante el Madrid. Ese partido que llegó a la prórroga pudo caer de cualquiera de los dos lados.
Este Barça está en construcción. Su núcleo duro o quinteto titular de los últimos años ha cambiado radicalmente ya sea por la marcha de sus integrantes (Calathes, Davies) o por lesión (Mirotic y Higgins) y ahora los nuevos jugadores tienen que acoplarse y amoldarse al libreto de Jasikevicius.
Los azulgranas tenían un capitán en pista de la talla de Nick Calathes. Era el timón del equipo y el que iniciaba y dirigía todas las operaciones. Este año lo hará Tomas Satoransky, un jugador totalmente diferente a Calathes, que ha llegado mermado físicamente del Europeo y con el que habrá que tener tranquilidad. Por otro lado, el vacío que dejan en estos momentos en ataque Mirotic y Higgins es grande, ya no solo por lo que anotan, sino por lo que generan. La vuelta de los dos será una gran noticia para Saras.
El técnico lituano se ha encontrado con otro gran problema. La falta de entrenamientos con la plantilla al completo y con este calendario de locos, no le da otra opción que entrenar en competición oficial, jugando en los partidos oficiales.
El Barça debe haber aprendido la lección del pasado curso. Los títulos no se conquistan a estas alturas de temporada, ni tampoco en diciembre o enero. El conjunto blaugrana realizó en esas fechas del año pasado un fantástico baloncesto, parecía que jugando así se lo llevaría todo y luego vimos su final en Euroliga y ACB, cansado y quemado física y mentalmente. Entiendo, cómo no debe ser de otra manera, que este equipo se debe cocer a fuego lento, para llegar al tramo decisivo de la temporada en plena forma.
Está claro que los azulgranas necesitan tiempo para poder crecer como equipo, cosa que tengo muy clara que harán. Como dije anteriormente son un equipo en construcción. ¡Paciencia! Esto no ha hecho nada más que comenzar…
Redactor · Opinión · NBA · Liga Femenina
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