El Covirán Granada sufrió una clara derrota en su regreso al Palacio de Deportes, cayendo ante Unicaja Málaga por 68-84. Los de Pablo Pin aguantaron el ritmo del partido durante el primer cuarto, pero un demoledor parcial de 0-9 en los instantes finales del segundo periodo redujo drásticamente sus posibilidades de remontada. El equipo malagueño controló el partido con solvencia
Desde el inicio, Unicaja mostró su superioridad con un inspirado Dylan Osetkowski, que anotó los primeros siete puntos de su equipo, incluyendo un triple. Aunque los locales intentaron responder con Amine Noua, los malagueños tomaron las primeras ventajas con un parcial de 0-7. Los granadinos intentaron equilibrar el marcador con un 7-0, pero la movilidad ofensiva y el talento de Unicaja se hicieron evidentes con el paso de los minutos.
El Covirán Granada empezó a depender excesivamente de los tiros de tres puntos debido a la dificultad para anotar en la pintura, producto de la diferencia física y de calidad entre los dos equipos. Al final del primer cuarto, Unicaja ya lideraba por 15-22, y aunque la diferencia no era abrumadora, la sensación de que el partido se inclinaba a favor de los visitantes era palpable.
El segundo cuarto comenzó con un intercambio de canastas, pero la baja efectividad en los tiros de campo del Covirán (22% frente al 48% de Unicaja) comenzó a pesar. La entrada de Killian Tillie por Unicaja amplió la ventaja, que superó la decena de puntos. Dos triples de Valtonen, uno de ellos a tablero, dieron un respiro a los locales, pero no fue suficiente para frenar el dominio visitante. El parcial de 0-9 justo antes del descanso selló prácticamente el destino del partido, con Unicaja llegando al intermedio con una ventaja cómoda de 29-45.
La segunda mitad no trajo el cambio de rumbo que esperaban los aficionados. Una temprana canasta de Kalinoski obligó a Pin a pedir tiempo muerto a los 23 segundos del tercer cuarto. Aunque Rubén Guerrero intentó animar a su equipo con un mate que levantó a la afición, Unicaja siguió imponiéndose con su juego colectivo y mantuvo una ventaja estable. Un fallo clave de Valtonen en una bandeja y un posterior triple de Jonathan Barreiro marcaron un punto de inflexión, aumentando la ventaja de Unicaja a 15 puntos.
Amine Noua intentó mantener a su equipo a flote con un triple desde la esquina, pero los malagueños siguieron mostrando su poderío ofensivo con todos sus jugadores anotando, destacando Nihad Dedovic en su debut. Con Clavell liderando la ofensiva local, Covirán Granada logró cerrar el tercer cuarto con 51-68, aunque el partido ya parecía decidido.
En el último cuarto, los errores en la circulación del balón y la dependencia del tiro exterior impidieron a los locales recortar significativamente la desventaja. Scott Bamforth, llamado a ser una de las figuras del equipo, tuvo una actuación discreta, y las alternativas tácticas de Pin no lograron hacer mella en la sólida defensa malagueña. A pesar de algunos intentos de reacción, Unicaja llegó a tener una ventaja de 21 puntos, aunque bajaron el ritmo en los minutos finales, permitiendo que el Covirán maquillara ligeramente el marcador para acabar cayendo por 16 puntos.
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