Tras una semana complicada en cuanto a lo deportivo, con el problema de las bajas en la línea exterior, el duelo contra los maños era clave para el equipo valenciano, que acumulaba poca carga física respecto a otras semanas (pese a las bajas) y con la expectativa de seguir haciendo un gran inicio de temporada como el realizado hasta la fecha
El partido comenzó fon el equipo aragonés controlando el ritmo de partido, con Santi Yusta como líder, contando con el apoyo de Jahill Okafor, Michael Watt y Andrea Cinciarini para contrarrestar el buen hacer de Xabi López-Arostegui junto a Chris Jones o Brandon Davies, que lograron mantener un encuentro igualado, pese al ritmo elevado de juego que se planteó por parte del equipo dirigido por Porfirio Fisaac. Tras las diversas formas de sumar tres puntos de Nate Reuvers y Lucas Langarita, ua bandeja de Stefan Jovic sobre la bocina dejaba un marcador de 22-23 al final del primer cuarto.
El segundo cuarto empezó con Kassius Robertson y Okafor sumando desde la larga distancia, pocos antes de que Langarita y Emir Sulejmanovic tratasen de romper el partido. Jovic, Semi Ojeleye y Boubacar Touré trataron, antes de los tiempos muertos de Álex Mumbrú, trataron de controlar la ‘tormenta perfecta’ del equipo zaragozano, ante una situación insólita en La Fonteta durante las últimas fechas, con el cómodo mate de Langarita como culminación de un saque rápido de banda.
Los triples de Chris Jones y Miguel González parecieron cambiar de golpe todo el ritmo de juego propuesto en los minutos anteriores, con la defensa del conjunto zaragozano (haciendo honor a uno de los lemas de la ciudad) y los puntos de Kravic, pese a los esfuerzos de Jaime Pradilla, dejaron el marcador en un 37-45 al descanso.
Tras la reanudación, (casi todo) cambió todo para que nada lo hiciera. Okafor era el líder del equipo visitante pero los triples seguían siendo claves en el devenir del partido, Xabi López-Arostegui seguía liderando a los locales pero era Damien Inglis quién lo acompañaba para intentar cambiar las cosas, Fisaac pedía tiempo muerto pero su equipo era el que dominaba… Y así transcurrieron los minutos entre tiros fallados con poco acierto, que seguían beneficiando al Zaragoza. López-Arostegui seguía peleando por su cuenta para conquistar el encuentro por su cuenta y riesgo, logrando su mejor encuentro desde que regresó a las pistas hace unas semanas, hasta que Josep Puerto se sumó a la causa y cambiaron las tornas en el encuentro, con Mark Smith y Andrea Cinciarini como únicos revulsivos reales en el tramo donde cambió todo. Okafor y Semi Ojeleye remataron un parcial de 21-7, que terminó traduciéndose al final del tercer cuarto en un marcador de 62-58.
Al inicio del último cuarto, Robertson y Jaime Pradilla agitaron de nuevo el partido para cambiar definitivamente la dinámica y poner la intensidad necesaria para controlar el partido en ambos lados de la pista con un buen trabajo colectivo, dejando un marcador de 68-62 a cinco minutos de terminar el encuentro.
Finalmente, pese a los esfuerzos finales del equipo maño que parecían dar opciones de cambio quedaron frustradas tras el 1/4 en tiros libres de Michael Watt y Okafor, que terminaron de reenganchar a los aficionados locales con laa decisiones de su entrenador y las acciones en ambos lados de la pista de un López-Arostegui (con un poco de ayuda a cargo de Chris Jones) que dejaron un marcador final donde Valencia Basket ganó por 76-69 para parar una tormenta que comenzó en Milán y estuvo apunto de agigantarse con el temporal llegado desde Zaragoza.
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