Trae Young se erigió como el director de orquesta de los Hawks, llevando al equipo al triunfo con una actuación brillante: 25 puntos y 10 asistencias, consolidándose como el alma del equipo
Georges Niang no se quedó atrás y, desde la línea de tres, ofreció un espectáculo al encestar seis triples en nueve intentos, sumando 23 puntos cruciales. Onyeka Okongwu completó la trinidad de figuras con una actuación robusta de 20 puntos y 12 rebotes, dominando la pintura.
Los Warriors, quienes extrañaron enormemente a Stephen Curry tras su lesión del jueves, intentaron mantenerse en pie con un esforzado Jimmy Butler, autor de 25 puntos, y un inspirado Moses Moody con 20 tantos.
Incluso el joven Brandin Podziemski, tomando el relevo en la dirección, brilló con 19 puntos y un notable 63% en triples, pero no fue suficiente para frenar a unos Hawks encendidos.
Atlanta tuvo el control absoluto desde los primeros compases: tras ceder los primeros tres puntos, jamás volvió a mirar atrás. En el último cuarto, Niang sentenció con un triple que hizo estallar el State Farm Arena, asegurando una ventaja de 21 puntos que dejó al rival sin opciones.
En ausencia de Curry, los Warriors quedaron expuestos, mientras los Hawks consolidaron su posición como uno de los equipos más impredecibles pero emocionantes de la liga.
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