El Real Madrid tendrá que intentar recuperar el factor cancha en el segundo partido del playoff. Esta noche, en el OAKA, no pudo ser, en parte por un horrible inicio de encuentro (como lo definió Laso en el descanso). No funcionó el ataque (peor partido del año) ni tampoco la defensa, que se vio superada en todo momento por los griegos. Toca levantarse y pensar desde ya en el partido del próximo jueves en el mismo escenario y a la misma hora
Duro parcial
Las pérdidas de balón del Madrid (hasta ocho en el cuarto) hicieron que el Panathinaikos jugase a placer los primeros minutos y lograra un parcial de 20-0 en un abrir y cerrar de ojos. Funcionaba la conexión Calathes-Antetokoumpo, la mano de James no fallaba (10 puntos) y atronaba un OAKA a reventar. Laso movía el banquillo y el equipo comenzaba a ver algo de claridad en ataque, a la vez que aprovechaba que los griegos estuviesen en bonus. Se acercaron los blancos, aunque no lo suficiente (26-13).
Ayón pareció ver el camino de una posible remontada. Apretó en defensa, robó dos balones, anotó 4 puntos consecutivos y bajó la desventaja a nueve (26-17). Panathinaikos parecía no poder mantener el asfixiante ritmo del primer cuarto pero cuando menos ideas ofensivas tenía, James aparecía al rescate. Y así volvieron a llevar la diferencia a los 17 puntos (43-26) en otro vendaval verde que tuvo que soportar un Madrid negado desde el 6,75 (2 de 10), todo lo contrario que los locales (7 de 10). Al descanso (46-30).
Sin reacción
La esperada reacción no llegó en la segunda mitad y el Panathinaikos, a la media hora de juego, dejaba el marcador por encima de los 30 (77-44). Al partido le sobró el último cuarto. Laso hizo cambios para repartir el tiempo y no cargar a los suyos y Pascual hizo lo mismo en los locales, porque en menos de 48 horas llega la segunda batalla de este playoff (95-67).
nota de prensa real madrid · foto: euroleague media
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