La crisis del conjunto valenciano buscaba cambiar la dinámica y, sobre todo, la imagen dada dos días antes en Euroliga, buscando terminar lo mejor posible la maratón de partidos que afrontará en las últimas semanas del año, con todo lo que supondría terminarlo con malos resultados en tanto en lo deportivo como en mental
El partido comenzó con Sacha Killeya-Jones ampliando la crisis del equipo valenciano con 9 puntos seguidos las malas sensaciones de las últimas horas, que ni un tiempo muerto de Álex Mumbrú y un triple parecían cambiar… Pero tanto Brandon Davies como Damien Inglis pelearon bajo los aros para recuperar terreno y Kassius Robertson logró sumar desde la larga distancia tras su mala noche de competición europea, mientras jugadores como Álex Reyes, Melwin Pantzar o de Thijs de Ridder para lograr mantener la ventaja con un marcador de 17-19 al final del primer cuarto.
En el segundo cuarto tanto Reyes, Pantzar como de Ridder hicieron estériles los esfuerzos de un Stefan Jovic, que regresaba tras problemas varios, pero que veía como solo Nate Reuvers, Jaime Pradilla y Semi Ojeleye se unían para frenar a Pantzar, Kristian Kullamäe o Killeya-Jones, quiénes lideraban los aciertos del conjunto vizcaíno, en lo que parecía ser otra velada dura para el equipo taronja contra un equipo vasco en los primeros días del presente mes de diciembre. Con la mejoría en defensa y el acierto de Davies, Jaume Ponsarnau tuvo que parar el encuentro con un tiempo muerto, buscando frenar la reacción de su ex-equipo, que veía como, minutos después, Álex Renfroe se cargaba con 4 faltas tras una técnica, que daba un poco más de aliento al equipo de la Capital del Túria, que aún así se fue al descanso perdiendo por 39-43.
Tras la reanudación, y con paso de Juan Roig por vestuarios incluido, la tendencia de ambos equipos desde la larga distancia fue dispar, con Josep Puerto buscando sumar de todas las formas posibles, con más o menos acierto, mientras Melwin Pantzar seguía con su espectáculo particular mientras Brandon Davies y Chris Jones trataban de cambiar la dinámica de todas las formas posibles, que con los tiempos muertos del conjunto bilbaíno buscando frenar la dinámica, no fue suficiente para que al final del tercer cuarto el marcador fuera un equilibrado 59-60.
Al inicio del último cuarto fueron Semi Ojeleye, Kris Kullamäe y Jared Harper los que más ritmo pusieron en el partido, igualando el encuentro pero reaparecieron Pantzar y De Ridder, reventado el partido de nuevo, para que los fantasmas de la temporada pasada sobrevolarán por el imaginario colectivo de los aficionados presentes en La Fonteta, con Álex Reyes haciéndolo todavía más visible con un triple esquinado. Un matazo de Brandon Davies sobre Killeya-Jones y una buena defensa tras un tiempo local parecía dar otros aires al encuentro, para dejar un 69-75 como marcador a cinco minutos para finalizar el encuentro.
Davies y Pradilla cerca del aro, junto con el buen hacer defensivo, mostraron matices de aquél ‘antibasket’ en la protección del aro de la racha victoriosa en Euroliga, contagiando a sus aficionados, que querían una buena noticia para cerrar la semana, pero Adam Smith y De Ridder dieron un golpe frío a la pasión valenciana, que terminó dejando un fin de semana negra con un punto final rubricado con un desastroso marcador final 79-85, con varios minutos de agonía y pitos incluidos.
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