El Barça de Grimau tira de orgullo y logra derrotar con total merecimiento al Real Madrid (83-78)

Orgullo. Eso es lo que sacaron los jugadores azulgranas ante el Real Madrid. Victoria culé por 83 a 78, que calma las aguas tras las últimas derrotas cosechadas por los de Grimau en el mes de diciembre. Un Barça qué fue de menos a más, supo frenar en la segunda parte a los de Chus Mateo, que se fueron diluyendo con el paso de los minutos. Imperial Jan Vesely con 27 puntos y 30 de valoración. La afición blaugrana salió encantada con la entrega de los suyos y con el gran juego desplegado en la segunda parte

El inicio del partido no defraudó para nada, donde los dos conjuntos arrancaron a un ritmo trepidante. El acierto exterior de un entonado Musa (9 puntos), daba las primeras ventajas al equipo blanco (11-16 minuto 5).

Los minutos iban pasando y el Real Madrid seguía por delante en el marcador. Musa (13 puntos) con su 4 de 5 desde la línea de 6,75, era el faro en ataque de los de Chus Mateo. La entrada de Parra y Laprovittola dio un soplo de aire fresco a la ofensiva azulgrana. Pese a ello, los de Chus Mateo acababan el primer cuarto venciendo 21 a 25.

En el arranque del segundo acto Sergi Llull (9 puntos) cogió el testigo del jugador bosnio en el ataque del Madrid. Roger Grimau movía el banquillo en busca de frenar el ataque blanco, que anotaba con suma facilidad (35-42 minuto 17), pero no encontraba la tecla adecuada. Jan Vesely, con 10 puntos en su haber, mantenía dentro del encuentro a los suyos.

El “Chacho” Rodríguez (3 asistencias) dirigía con maestría a su equipo, encontrando a Poirier en la pintura. Una canasta desde ocho metros y sobre la bocina de Darío Brizuela hacía estallar al Palau y dejaba el marcador muy abierto cara a la segunda parte (45-47). Ese tiro podía ser el acicate para los azulgranas, cara al resto del partido.

La salida de vestuarios fue blaugrana. Liderados por un gran Jan Vesely (16 puntos), los culés le daban la vuelta al encuentro (54-50 minuto 15). El Barça había frenado el ataque blanco, que tan solo anotaba tres puntos en seis minutos.

El partido se convirtió en una guerra de trincheras, donde anotar se convertía en una quimera. La entrega de los locales estaba siendo encomiable. Su defensa hacía bajar los porcentajes en el lanzamiento exterior de los de Mateo (10 de 26).

Cuando peor lo estaba pasando el Madrid, volvió a aparecer Sergio Rodríguez y, con su talento, dejó a los de la capital al mando con tan sólo diez minutos para el final (60-62 minuto 30). Todo quedaba por decidir.

En el último período saltaron chispas. Una acción entre Laprovittola y Sergio Rodríguez encendió al Palau que se sintió perjudicado. Eso y un descomunal Jan Vesely (23 puntos y 24 de valoración) dieron la máxima renta a los locales (69-62 minuto 34).

La dinámica del encuentro había cambiado por completo. Ahora era el Barça el que se encontraba más cómodo y metido en pista, que se iba de diez (80-70 minuto 37). Vesely se iba ya a los 27 puntos.

El Real Madrid hizo un amago de remontada y llegó a ponerse a cinco, pero no le fue suficiente. El Barça se llevó el partido por 83 a 78 tras una sensacional segunda parte de los de Grimau.

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