El Barça vengó su derrota en la Copa del Rey, imponiéndose al Unicaja tras un partido intenso y muy disputado (81-86). Laprovittola y Satoransky, ambos con 16 puntos, máximos anotadores de su equipo
El Barça ganó por 81-86 al Unicaja, su verdugo en los cuartos de final de la Copa del Rey que los malagueños conquistaron en Badalona, al despertar a tiempo para remontar y tomarse la revancha de su derrota en el torneo copero en una sólida segunda mitad, con el argentino Nico Laprovittola (16 puntos y 9 asistencias) y el checo Tomás Satoransky (16 puntos) destacados.
El conjunto andaluz llegó a alcanzar una renta de 11 puntos tras un comienzo de partido meteórico del Unicaja, que compitió hasta el final y, al igual que su afición, protestó varias decisiones arbitrales que consideró que le perjudicaron, pero el Barça fue implacable, se recuperó e impuso su poderío para ganar y mantenerle el pulso al líder, el Real Madrid, a expensas de su resultado ante el Cazoo Baskonia.
El comienzo de partido fue un juego al despiste con el aficionado, porque se vio a dos equipos erráticos tras tres minutos de partido y tan solo tres puntos anotados, hasta que Kendrick Perry lideró el arreón cajista que tuvo a Tyson Carter como principal artillero en el ataque.
El Barça tenía que aguantar la intensidad de salida de los locales con rebote y con los puntos de Laprovittola. Aún así, el equipo de Ibon Navarro, con un cuatro de siete en tiros de tres en el primer cuarto, fue efectivo en ambos lados de la pista para marcharse 9 puntos arriba y con un Jasikevicius enfadado en la banda porque no estaban cómodos los azulgranas.
Siguió en la misma línea el cuadro local, que con un triple de Tyler Kalinoski puso la máxima distancia al inicio del segundo cuarto (27-16). Al conjunto culé le tocaba ir al rebufo, algo a lo que no está acostumbrado, pero para lo que está totalmente armado con una rotación más larga que la del mermado Unicaja, que no forzó a Brizuela (molestias en el cuádriceps) y tuvo que convocar al canterano Rubén Vicente.
El Barça pasó a ser un punto más agresivo en defensa. El partido se enloqueció y también se ralentizó por los parones por faltas, una situación que siempre se da en este tipo de duelos entre ambos, donde la tensión es máxima, más cuando el Carpena estaba lleno hasta la bandera.
Los de Jasikevicius pasaron del diez abajo a poder ponerse a cuatro con un triple errado por Álex Abrines en una jugada de canasta clara de dos que el Barça quiso sacar fuera para convertirla de tres, en lugar de asegurar una bandeja.
Aunque no fuera en esta acción, la acompañó con dos tiros libres y una canasta a cuatro metros de Laprovittola para acercarse más que nunca al Unicaja, justo antes del descanso (39-35).
Entre el barullo y la polémica arbitral, por la que Ibon Navarro se sintió perjudicado al no parar de protestar por una falta antideportiva en contra, los azulgranas gestionaron bien los ataques que tuvo en mitad de la crispación del Carpena y cambiaron el guión del encuentro (39-45).
Ahora le tocó al Unicaja ir a contracorriente y entró en un tramo de errores continuos en mitad del caos, precisamente donde los malagueños se suelen sentir más cómodos, a campo abierto, siempre y cuando acompañe la puntería que en el último parcial del tercer cuarto no estaba teniendo, mientras que el Barça seguía cumpliendo en aro contrario (47-55, m.28).
Necesitaban dinamita y la prendieron a tiempo los cajistas, con un mate más tiro adicional de Kravish y un triple de Kalinoski para colocarse a dos puntos de distancia, aunque Kuric respondió con una canasta en suspensión para mandar el partido al último y decisivo cuarto con 57-61 y las sensaciones de que todo estaba por resolver.
El Unicaja necesitaba que su acierto acompañara a lo pasional, y el Barça seguir insistiendo con canastas de calidad individual como las de Vesely o por reiteración, como un palmeo de Kuric cuando se fallaba desde el triple.
Ibon Navarro pidió repetición cuando Kravish recibió un codazo en la pintura que no fue señalado en un principio y rectificado tiempo después, pero con el doble error desde la línea de personal de Kravish no se obtuvo premio en esas jugadas en medio del enfado de la afición local.
Los malagueños, además, estando tres abajo, desaprovecharon dos ataques seguidos hasta que Laprovittola, primero, y Satoransky, después, reaparecieron para asumir la responsabilidad en los tiros (71-76, a falta de 2:26). El Barça lo tenía todo a favor, más aún cuando el Unicaja perdió a Osetkowski y a Ejim, eliminados por cinco faltas.
Sin embargo, el equipo andaluz reaccionó y luchó hasta el final. Un triple de Perry, en un momento clave, le puso a tres puntos a falta de menos de dos minutos, pero Satoransky respondió con otro y con un rebote valioso en ataque, y el Barça cerró la victoria con un triple de Abrines, antes del maquillaje de un Unicaja guerrillero y sin premio.
81 – Unicaja (24+15+18+24): Perry (19), Carter (12), Barreiro (3), Thomas (9), Kravish (9) -quinteto inicial-, Osetkowski (3), Díaz (2), Sima (4), Kalinoski (3) y Ejim (7).
86 – Barça (16+19+26+25): Satoransky (16), Laprovittola (16), Abrines (11), Mirotic (7), Sanli (6) -quinteto inicial-, Vesely (11), Jokubaitis (4), Tobey (3), Kuric (4) y Kalinic (5).
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